_
_
_
_
EL MENDIGO PSICÓPATA, EN EL BANQUILLO

"Naciste para sufrir"

Jan Martínez Ahrens

Francisco García Escalero nació el lunes 24 de mayo de 1954, en el desaparecido hospital de El Cisne de Madrid. Era el segundo y último hijo de un matrimonio de agricultores de Zamora. La familia, traída por la corriente de la emigración de posguerra, había recalado en un chamizo situado en lo que sería posteriormente el número 36 de la calle de Marcelino Roa Vázquez. Tardarían dos décadas en conseguir un piso, exactamente en el mismo lugar. El padre trabajó de albañil hasta quedar inválido; y la madre, de limpiadora.El pequeño Escalero acudió al colegio público Emilio Ferrari. En clase aprendió a leer y escribir. Poco más. Desde la infancia mostró un extraño culto a la muerte, que se reflejó en sus intentos de suicidio y en sus visitas al cercano cementerio de la Almudena. De noche y a solas. Al amanecer, su padre, irritado por sus rarezas, le arreaba brutales palizas. Los correazos sólo sirvieron para ahondar los silencios de aquel chiquillo que no sabía contar chistes y que siempre perdía en las peleas del barrio.

Más información
Comienza el juicio contra el mayor criminal en serie de la reciente historia de Madrid

Pronto se convirtió en un ladronzuelo. A principios de los setenta roba una motocicleta y es detenido. Sale del reformatorio en 1973. Ya es un delincuente. Ese mismo año viola a una mujer delante de su novio en el cementerio de la Almudena. Condenado, pasa los dos siguientes lustros en las penitenciarías de Ocaña, Cáceres, El Dueso y Alcalá Meco. En ese tiempo llenó su cuerpo de tatuajes. En su brazo derecho se graba su destino: una tumba azul, con una borrosa leyenda sobre la lápida "Naciste para sufrir".

El 1 de julio de 1984, Escalero recobra la libertad. Tiene 30 años y le espera un mundo distinto. Carece de amigos, nadie le da un empleo, suspende el carné de conducir y ve truncarse su ilusión de convertirse en camionero. Empieza a mendigar. En marzo de 1985 muere su padre. La brecha se abre aún más. Se vuelve violento. El 11 de noviembre de 1987 decapita a una mujer. Se inicia la espiral de crímenes. Pese a recibir atención psiquiátrica, nadie se percata de su locura asesina. Profana tumbas, viola cadáveres, degüeIlla, castra y quema a sus compinches de fiestas. Detenido en 1993, cuando mata a un compañero del psiquiátrico, pide que le alejen de la "gente normal".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_