Aznar acusa al PSOE de preferir el sectarismo a la concordia

Cambio radical de tono y de tercio. Después de haberse internado a fondo en el terreno del terrorismo el viernes por la noche, José María Aznar no pronunció ayer al mediodía una sola palabra al respecto ante las 3.500 personas que acudieron a escucharle y aclamarle al polideportivo Las Gaunas, en Logroño. En Pamplona, por la tarde, ante 3.000 personas que no llegaron a llenar el pabellón Anaitasuna, rozó el asunto tenuemente. Y eso que fue recibido ya desde el aeropuerto con algunas pintadas como "A la segunda no fallaremos", en referencia al intento de asesinato perpetrado por ETA el año pasado, o "Aznar, estás muerto". Su esposa, Ana Botella, asistió al mitin en Navarra más tensa que de costumbre.

En La Rioja, Aznar habló de cultura, de la lealtad democrática exigible al que se prepara para abandonar el poder y del ejemplo de gestión que representa la comunidad de La Rioja, que gobiernan los populares con mayoría absoluta desde mayo pasado. Y a propósito de cultura, reaccionó indignado contra las descalificaciones que han recibido desde el campo socialista algunos de los asistentes al acto del lunes pasado en el que el presidente del PP presentó sus ideas y propósitos sobre este área. "Algunos creen que con sectarismo vivimos mejor", dijo.Explicó que su compromiso de unificar los ministerios de Educación y Cultura responde al deseo de contar con un departamento "con peso político, con capacidad de decisión" y no sólo dedicado a administrar unos recursos escasos. "Habrá que seguir haciendo campañas a favor del teatro", señaló, "pero lo más importante es conseguir que en las escuelas los niños aprendan a ver teatro y a leer poesía".

Pero antes había criticado algunos comportamientos de "intolerancia, y sectarismo". Algunos, afirmó, parecen creer que siendo sectarios vivimos mejor porque han arremetido contra ciertas personas y las han puesto como un pingajo por asistir a la presentación de unas ideas".

Ayer mismo, el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguína se quejaba de la presencia del dramaturgo Antonio Buero Vallejo en la presentación del programa de cultura del PP, con el argumento de que estuvo condenado a muerte tras la guerra civil y los populares son los hijos o los nietos de quienes hubieran querido fusilarle.

"Tiene bemoles que se hable de todo, de los hijos, de los padres y de los nietos, y más si se hace en nombre de la cultura", se quejó Aznar, que evocó también su encuentro del jueves con Rafael Alberti para afirmar que "lo menos importante de Alberti es lo que políticamente hizo y lo más importante, que mi padre, mis hijos, millones de personas y yo podamos leer Sobre los ángeles o Marinero en tierra, que son obras universales".

En Navarra, donde los populares se presentan como coalición con Unión del Pueblo Navarro, el partido regionalista con el que están federados, Aznar reiteró que asumirá como propia la responsabilidad de garantizar la seguridad en las calles, y calificó de "basura" un comunicado de Herri Batasuna en el que repudia su visita.

En su llamamiento a los electores para que le proporcionen una mayoría fuerte, dijo que no está dispuesto a presidir un Ejecutivo sin garantías y margen de maniobra suficientes: "No quiero un Gobierno débil, condicionado, ni aunque lo presidiera yo, que, además, no querría presidirlo".