Me canso

Me canso, especialmente ahora en época de exámenes, de estudiar en la asignatura de Organización Internacional todos los acuerdos, pactos y demás firmas inútiles, o al menos incumplidas, que se establecen entre países de la UE. Todas estas alianzas cobran forma en medio de una parafernalia destinada a hacerlas aparecer ante el ciudadano de a pie como trascendentales para el desarrollo de su vida como miembro de la Unión. Pero... ¿qué unión?, ¿qué de trascendente tiene para mí que Bélgica decida saltarse a la torera toda manifestación de cooperación intemacional destinada a lograr el bien común, dejando en libertad a dos delincuentes, dos criminales y asesinos? No puedo entender cómo el Gobierno de ese país pudo tomar semejante determinación, no sólo por lo denunciable de haber dejado en libertad a dos etarras, sino por haber desoído las demandas de extradición de España alegando defectos de forma en la petición. De qué sirven, pues, tantas leyes y tantos compromisos si una coma puede conseguir que la vida humana quede a merced de unos fanatismos descabellados que deberían ser rumiados por sus dueños con la paciencia y la, lentitud a las que invitan, los largos años de cárcel. Acaso tenga finalmente que agradecer a Bélgica que me haya ayudado a comprender con un ejemplo práctico el significado de la palabra entelequia, que uno de mis profesores utiliza muy menudo Entelequia: cosa irreal, o también, cooperación y ayuda para el bien de todos entre los países de la Unión.-