El declive del 'yuppismo'
"El fin está próximo: los hijos ya no obedecen a sus padres". La frase fue hallada en un jeroglífico egipcio de 3.000 años de antigüedad y Gonzalo Serrano, catedrático de Psicología Social de la Universidad de Santiago, recurre a ella para ilustrar la persistencia histórica de un problema que algunos tienden a ver como exclusivamente contemporáneo.Serrano rechaza las visiones catastrofistas sobre la juventud actual que han contribuido a difundir cierta literatura o algunas películas. "El año pasado se levantó una gran polémica, tras unos incidentes ocurridos en Las Rozas, por el horario de cierre de los bares. Pero ese mismo día otros miles de jóvenes habían estado tomando copas en toda España sin que sucediese nada anormal. Aunque esos hechos pueden tener cierto valor como síntoma, no se puede generalizar".
Serrano define a la juventud actual como "muy centrada". "Es cierto que se nota una preeminencia de los valores individuales", explica, "pero vinculados a una conciencia social. Se priman los valores inmediatos y concretos frente a las posiciones más abstractas y generales de las generaciones anteriores. Es un poco él espíritu de las ONG que parece haber calado entre los jóvenes".
La encuesta revela que los adolescentes ponen en primer lugar de su escala de valores el bienestar físico y emocional (salud, amistad, amor y familia), pero señalan también el bienestar social (la paz y la libertad). Entre los valores más rechazados están, además de los religiosos y el patriotismo, el "ser ambicioso", lo que Serrano interpreta como una especie de reacción ante el yuppismo de los últimos años. "Supone una ruptura con la inmediata generación de adultos, muy orientada a la consecución de bienes y poder".
El desinterés por la política se vincula a lo que los expertos denominan como "percepción de ausencia de poder", es decir, la noción de que el individuo por sí mismo tiene escasa capacidad para influir en los asuntos públicos. En las preguntas sobre el uso de su tiempo libre, casi el 90% de los adolescentes dice no haber asistido nunca a una reunión política. Los jóvenes dedican su tiempo de ocio mayoritariamente a ver televisión, practicar deporte y salir a discotecas los fines de semana.
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