Aznar pregunta a González si es tan difícil dejar el poder con elegancia y lealtad

José María Aznar se encaró ayer, oratoriamente, con Felipe González para preguntarle, sin mencionar su nombre, si resulta tan difícil abandonar el poder "con elegancia". Sin manifestar irritación, el líder del PP insistió ante unas 5.000 personas que abarrotaban el pabellón deportivo Würzburg, de Salamanca, en que el Gobierno debe dejar de intentar condicionar al futuro. Ejecutivo. Aznar adoptó más que nunca el papel de ganador, después de que las encuestas hayan confirmado que aumenta su ventaja sobre González.El ambiente estaba caldeado y el público, armado con banderitas y globos, entretuvo los 20 minutos de retraso de Aznar, su esposa, Ana Botella, y su hijo menor, Alonso, con cánticos y consignas.

El presidente del PP comenzó reclamando de Castilla y León "el mayor apoyo que nos haya dado nunca" y subrayó la coindicencia de todas las encuestas en el pronóstico de "una victoria clara" de los populares. La claque juvenil estalló: "Felipe, jodeté, ahora gana el pepé". En esta comunidad, el partido aspira a conseguir una abultada bolsa de 22 diputados (dos más) y 27 senadores.Pero Aznar no quiere una victoria resignada, "sino una gran movilización cívica por el cambio" el 3 de marzo, fecha para la que anunció "una gran fiesta de todos". En respuesta al pronóstico de las encuestas, prometió: "Gobernaré desde el centro, para todos los españoles".

Después manifestó su inquietud por la acumulación de nombramientos y decisiones de última hora del Gobierno, como la convocatoria por el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, de más de 90 plazas de libre designación en la policía.Hipotecar el país

"¿Es tan difícil salir con elegancia del poder, con lealtad democrática?" preguntó, en dirección a un González metido en faena electoral en Zaragoza a la misma hora, precisamente junto a Belloch. "No es posible dejar ya de hipotecar el país? ¿No es de sentido común que el Cesid lo reorganice el Gobierno entrante y no el saliente?".

Aludió también con soma al hecho de que los socialistas comprometan "recursos multimillonarios" para un túnel bajo el estrecho de Gibraltar "mientras están discutiendo si ponen la primera o la segunda piedra de la Nacional 620", la tristemente famosa ruta de la muerte entre Valladolid y Salamanca, y dejó clara su interpretación de todo esto al preguntar: "¿Se gana algo poniendo dificultades, complicando las cosas al que llega?"

Con pocas elevaciones de tono y sin necesidad de buscar el aplauso o el clamor de "¡presidente! ¡presidente!", que tenía concedido de antemano, el líder del PP resumió en tres las necesidades de España: "Más seguridad, más trabajo y menos. impuestos".

Ni siquiera manifestó indignación como hace un año, en víspera de las municipales, al acusar a González, siempre sin nombrarlo, de haber roto el pacto para no hacer un uso electoral de las pensiones. "No me extraña nada que haya roto el acuerdo. No me extraña nada. Digo simplemente que garantizamos las pensiones y las demás prestaciones sociales y que las mejoraremos. Y para eso hace falta más empleo".

El presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, se quejo de cinco anos "de olvido e ignominia", los mismos que lleva el jefe del Gobierno sin recibirle "porque nunca ha valorado a los castellano-leoneses