Clarín
"Canta, musa, las emociones de un ex madrileño, hoy humilde provinciano, que vuelve a la patria de su espíritu después de tres años de ausencia". Así escribe, en Un viaje a Madrid, Leopoldo Alas, y añade que ha pasado muchos meses "sin ver por mis ojos las maravillas que de la corte contaban los papeles".Joaquín Verdú de Gregorio publica ahora, en la colección Marqués de Pontejos de la Caja de Madrid, este texto de Clarín, publicado en 1886 en forma de folleto pero que narra la. experiencia del autor cuando, en 1871, una vez terminada la carrera de Derecho en Oviedo, se traslada a la capital para doctorarse y empezar Filosofía.
Leopoldo Alas se clasifica a sí mismo de ex madrileño, aun que era zamorano de familia' asturiana. Él consideraba a Madrid la patria artística. Como dice Verdú la generación de 1868, la de la revolución de La Gloriosa, considera a Madrid bajo dos visiones contra dictorias: la de la tradición literaria y cultural y aquella otra, heredada de Larra, según la cual Madrid encarna los males del país que es necesario fustigar y satirizar.
Clarín estudia en Madrid con profesores de la escuela krausista:. Nicolás Salmerón, Gumersindo de Azcárate, Francisco Giner de los líos. Tiene por compañero a Menéndez Pelayo. Acude al Ateneo, la' más importante institución madrileña para el debate intelectual. Y frecuenta las tertulias del Café Suizo, la Cervecería Inglesa y Fornos, donde conoce a Galdós, Campoamor o Palacio Valdés. Ejerce la crítica literaria en El Globo, La Ilustración y El Madrid Cómico.
Un viaje a Madrid es una colección de críticas literarias, de Núñez de Arce, Castelar, Menéndez Pelayo y otros autores. Pero, en la introducción, Clarín no de a de satirizar la vida madrileña: "He notado, escribe, que en nuestra alegre capital la moda es voluble cuando se trata de usos buenos y que los vicios arraigan de modo que no hay quien los arranque". Y añade con fina ironía: "Todas sus malas costumbres las atribuye el madrileño al carácter nacional y las conserva por patriotismo
