La niña de 13 años casada en Turquía regresó ayer al Reino Unido

Al final el enojoso episodio se ha saldado de acuerdo con los deseos de las autoridades británicas. Sarah Cook, la niña de 13 años que contrajo matrimonio con un joven de 18 años en Turquía, declarado ilegal debido a la edad de la contrayente, regresó ayer a Londres acompañada de su madre, Jackie Cook. La policía rodeó a la joven novia cuyo retorno a casa, anunciado con más de 24 horas de antelación, había movilizado a la prensa británica. Sarah fue despedida con lágrimas por los habitantes de la localidad de Kahranmanmaras, al sureste de Turquía, donde viven los familiares de su marido, Musa Komeagac, y donde ha residido durante las últimas semanas, convertida en poco menos que una heroína local.La conversión de Sarah al islam y su actitud de apoyo a su marido han cautivado a la opinión pública en Turquía. La justicia británica decidió recientemente depositar la tutela de la joven en manos de los Servicios Sociales de Essex, pero, más adelante, un juez de menores precisó que ello no significaba que Sarah Cook fuera a ser obligada a vivir fuera de su hogar.El hecho de que el matrimonio de Sarah se hubiera celebrado con el consentimiento de sus padres fue un factor esencial en la decisión judicial de retirarles a éstos la custodia de su hija. Tras un largo tira y afloja, ante la resistencia de la joven a abandonar un país donde ha recibido el afecto nunca conocido en Essex, Sarah aceptó regresar al Reino Unido con la promesa de que podrá viajar a mediados de febrero a Turquía para prestar declaración en el juicio por violación al que se enfrenta ahora su esposo.

Hasta hace un par de días la negativa de la joven a regresar a su país natal era absoluta. Sarah explicó a los periodistas que han seguido sus pasos que en el Reino Unido se sentía "fea y gorda, mientras en Turquía era apreciada y admirada por todos. Mientras la televisión turca aseguraba el lunes que la joven está embarazada de seis semanas, la prensa británica precisaba que el trato alcanzado entre las autoridades británicas y turcas permitirá que el joven Musa Komeagac salga bien parado en el juicio. Antes de abandonar Turquía, Sarah Cook se entrevistó por última vez con su marido en la prisión donde se encuentra.