Flying Burrito Brothers vuelven a la carretera con un nuevo disco

En California hay un río que aparece y desaparece como el Guadiana. Para Gib Guilbeau, el único miembro de la formación primitiva de Flying Burrito Brothers, la trayectoria del Mogove define perfectamente los caminos que ha seguido la banda fundada en los sesenta por Gran Parsons. Guilbeau, al violín; John Belland, a la guitarra, y Brian Cadd, a los teclados, se juntaron el pasado año y grabaron Eye of a hurricane, 12 canciones "tocadas teniendo en cuenta el desarrollo del country en los últimos 30 años".

El trío no pasa inadvertido. Sus gorros vaqueros, sus chalecos llenos de tachuelas, las botas de punta y el pelo por encima de los hombros les delatan. Durante la noche del miércoles viajaron desde Tennessee a Madrid y ayer todavía estaban flotando, pero eso no parece importarles. Mañana reaparecen en Pamplona, el día 7 en Barcelona, el 8 en Madrid, el 9 en San Sebastián y el 10 en Getxo (Vizcaya). Eye of a hurricane, el disco que ahora presentan, es sólo el inicio de una colaboración más amplia. A finales de mes, cuando regresen a Nashville, se encerrarán para preparar otro álbum.Ninguno de los tres ha estado parado durante estos años. "El country-rock nació en California a finales de los sesenta y entre los grupos hay verdadera camaradería, tanto que muchas veces tocamos juntos. Hay libertad a la hora de tocar unos con otros", dice Beland. Fruto de esa actitud camaleónica ha sido la colaboración con, entre otros, Linda Ronstadt o Rick Nelson.De las drogas que tantos problemas dieron a su fundador ya se han retirado. Para esta legendaria banda, el country-rock vive "uno de sus mejores momentos". Admiran a grupos como Maverick de los que dicen, "hacen lo que nosotros iniciamos".