Decenas de plantas medicinales, en peligro por la recoleccion abusiva
Adena/WWF reclama la promoción de su cultivo en España
Plantas medicinales como la genciana y el árnica se encuentran en una delicada situación por la recolección abusiva que se practica en España, según un estudio de Adena/Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) presentado ayer. Emilio Blanco, etnobotánico y uno de los autores del trabajo -que apenas cuenta con antecedentes en España-, criticó que no se aproveche el creciente potencial económico de estas especies para implantar cultivos alternativos en zonas marginales y de secano.
De las 7.500 especies catalogadas de la flora ibérica, aproximadamente un 10% tiene propiedades medicinales. Muy pocas están incluidas en los catálogos de las comunidades autónomas de especies amenazadas y protegidas. Adena/WWF reclama, por un lado, algún control administrativo para evitar los abusos en la recolección indiscriminada de plantas aromáticas y medicinales, y, por otro, que se abra la vía del cultivo de estas especies, ya que está comprobado que tienen interés comercial y pueden suponer una alternativa interesante para muchos agricultores que han de abandonar sus cosechas tradicionales. Un ejemplo del peligro de extinción: "La manzanilla real de Sierra Nevada prácticamente ha desaparecido", dijo Blanco. Unos datos del interés económico: el 25% de los medicamentos actuales de receta más habitual tiene algún componente vegetal; abundan los productos de cosmética hechos a partir de plantas; el taxol -sintetizado a partir de una especie de tejo- se ha mostrado muy eficaz para combatir los tumores de mama y útero.
Negocio desaprovechado
Según John Breaux, economista y matemático, Ia "comercialización de plantas aromáticas y medicinales en España mueve ahora más de 200.000 millones de pesetas anuales, contando ese porcentaje de los fármacos; además, 32.000 empleos están ligados a este sector, de los cuales 20.000 son venta minorista y casi mil de recolección". El gran inconveniente es que ahora la población rural no saca provecho de todo ese volumen de negocio, según el análisis de Adena/WWF.
Emilio Blanco contó que es tal el descontrol que en la actualidad sólo se exigen permisos de los Ayuntamientos para recogidas masivas, y las únicas normas existentes son algunos decretos olvidados de los años cuarenta, como el referido a la gayuba. Blanco comentó que le consta, por ejemplo, que grandes empresas alemanas y francesas vienen a España y Marruecos en busca de ciertos líquenes que actúan como fijadores de perfumes.
Alberto Fernández-Lop, del departamento de Conservación de Adena/WWF, recordó: "España debe investigar más sus posibilidades con estas plantas para sacarle el máximo jugo a ese potencial. Es un sector abandonado como cultivo y también en la legislación de la protección de la naturaleza. La tendencia debería ser la del cultivo rentable de todas las plantas medicinales como solución al problema de la sobreexplotación de las especies silvestres. Las administraciones deben hacer el esfuerzo de promover su explotación sostenible". Emilio Blanco encontró la frase rotunda: "Ahora mismo es más rentable cultivar manzanilla que patatas".
Entre las especies más codiciadas y acorraladas figuran la genciana (Gentiana lutea), planta muy bella de los prados de alta montaña cuya raíz se usa como tónico aperitivo; el árnica auténtica (Arnica montana), que sólo habita en los Pirineos,y la Cordillera Cantábrica hasta Galicia, y la gayuba (Arctosthaphyllos uva-ursi), una de las pocas cuya recolección está regulada por ley, muy útil para afecciones de riñón, y que sigue recogiéndose de forma abusiva. Incluso el popular té de roca sufre recolecciones irresponsables.
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