Dos fallecidos más por efecto del temporal
La intensidad del temporal amaina a medida que se desplaza hacia Centroeuropa. Las nubes han abierto claros en el cielo, aunque las zonas montañosas continúan acumulando grandes masas de nieve y secuelas de las lluvias. Domingo Cobos Monroy, de 50 años, fue localizado moribundo, con síntomas de congelación en Jerte (Cáceres). Había pasado la noche a la intemperie al pie de un cerezo. Murió al poco tiempo de ser ingresado en un hospital de Plasencia.En Coscojuela de Sobrarbe (Huesca), dos trabajadores quedaron sepultados por un derrumbamiento de 40.000 metros cúbicos de tierra y lodo cuando trabajaban en el acondicionamiento de la carretera A-113. Los servicios de rescate lograron recuperar con vida a Carlos Fañanas y trasladarlo a un hospital de Barbastro, pero no fue el caso de su compañero, José Luis Solans, que fue recuperado ya cadáver.
Las intensas nevadas en las montañas de la mitad norte peninsular han devuelto a la memoria inviernos casi olvidados. Como décadas atrás, los colegios de las montañas leonesas y zamoranas (Ancares, Cabrera, Maragatería, Riaño, Sanabria) están vacíos por la imposibilidad de acceder a ellos o la ausencia de calefación.
En las sierras salmantinas de Béjar y Francia permanecen localidades aisladas por la nieve. Según la alcaldesa de Candelario, la ventisca había acumulado tal cantidad de nieve que era imposible despejar las carreteras. Técnicos de Retevisión pudieron abandonar ayer la Peña de Francia con raquetas después de permanecer varios días aislados.
En la sierra de Gredos (Ávila) continúan sin ser evacuados dos montañeros refugiados en La Barranca, en la zona de las Cinco Lagunas. En Navacerrada (Madrid), las precipitaciones de nieve alcanzaron los 47 litros por metro cuadrado durante el día.
Entre tanto, Andalucía occidental recupera la normalidad. La tormenta dejó caer 55 litros en Sevilla, 22 en Córdoba y 28 en el aereopuerto de Málaga. En un día, los embalses de la cuenca del Guadalquivir recogieron 500 millones de metros cúbicos, el agua que consume Madrid en un año.
Esta reserva permitirá a los agricultores de la cuenca disponer de agua para regar esta y las próximas temporadas con unas dotaciones "aquilatadas", en previsión de nuevas sequías, que serán fijadas en febrero. Fuentes de la confederación señalan que las inundaciones no se han debido a las crecidas de los ríos, sino a la insuficiencia de los alcantarillados. El de Sevilla está situado por debajo del nivel del río Guadalquivir.
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