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Tribuna:AULA LIBRE
Tribuna
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¿Hacia dónde nos lleva la LOGSE?

Yo no sé si hay que creer en la LOGSE como se cree en Dios -debe ir la cosa de asunto de fe, y esa gracia no la tenernos los escépticos- porque yo, que soy profesor de a pie y trabajo en un centro LOGSE, no sólo no Poto la me Joria con respecto al modelo anterior, sino que percibo cómo las condiciones de profesores y alumnos han cambíado, pero para: peor.Tiene la LOGSE un principio pedagógico -se mire como se mire- positivo: el llevar la escolaridad obligato na, tomo se viene haciendo desde hace tiempo en Europa, hasta los 16 años. Pero tiene la LOGSE un principio que teórica y políticamente será correcto, pero que pedagógicamente es funesto: la igualación de todos los alumnos independientemente de su nivel, de sus conocimientos, de su problemática y de sus aspiraciones.

Los profesores que, damos clase en centros LOGSE, en secundaria por ejemplo, en tercero de ESO, que equivale al antiguó primero de BUP, tenemos en una misma clase alumnos semianalfabetos (ésa es la verdad), alumnos con niveles muy deficientes, alumnos con un nivel justo, alumnos medios y alumnos excelentes, además de alumnos conflictivos que no están por la labor y que están convirtiendo las aulas no en lugar de aprendizaje, porque el tipo de enseñanza que impartimos no va con ellos- sino en guarderías, y al profesor en un guardián, ello sin contar los perjuicios que, con su actitud, causan a los demás.

Pero esto no parece que sea un problema para los padres del modelo que hace tiempo desertaron de las aulas y de la tiza, que viven en el Olimpo, o en el limbo, probable mente no creen en la educación, y desde luego no saben bien lo que pasa dentro de las clases.Mido bien lo que digo y pido que no me malinterpreten. No estoy haciendo un canto al principio de discriminación, sino un canto al principio pedagógico elemental, de. sentido común, de darle a todos y cada uno de los alumnos lo que necesiten; y eso, desde la LOGSE que sé nos impone, es de momento imposible.

Sucede que los profesores, objetivamente, acabamos teniendo más grupos y más alumnos que antes, y eso, obviamente, va en detrimento de la tan cacareada calidad de la enseñanza. Sucede que las horas de materias fundamentales en cualquier sistema educativo como lengua y matemáticas (las pueden llamar como se les antoje a los pedagogos de salón) se han reducido de cuatro horas semanales a tres Europa, por supuesto, eso no pasa-. Sucede que él número de alumnos por clase, en estas materias al menos, no ha disminuido, y la disparidad de nivel del alumnado -los mezclan a todos-es más grande que antes.

La consecuencia lógica vista desde aquí abajo -las al turás por las que vuelan los que nos mandan no las entendemos aqui, a ras de clase- es que los profesores estamos. peor, los alumnos también y además, que es lo más grave, cada vez sabrán menos, saldrán peor preparados, serán menos cultos y menos felices (o más, si felicidad e ignoran cia son sinónimos). Pero lo más probable -eso es lo que barrunto- es que los gestores de la LOGSE -una ley teóricamente bien concebida- no tengan claro por qué costa do les -saldrá este parto de los montes. Tal como está la cosa, se va a conseguir todo lo contrario de lo que en un principio se pretendía: un deterioro progresivo y constante de la enseñanza pública y una proliferación cada vez mayor de la enseñanza privada, al huir padres y alumnos de la amalgama y del deterioro de la pública.

Domingo T. Báez es catedrático de Lengua, y Literatura en el IES Benito Pérez Armas de Santa Cruz de Tenerife.

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