La mujer en el mundo laboral

No puedo por menos que escribir esta carta al leer en esta misma sección del 13 de enero de 1996 y bajo el título Semilla del fruto una carta que chocó contra una de mis más enraizadas formas de pensamiento.Quizá estuviera yo en una disposición más intolerante o menos transigente y no logré (ni logro) entender cómo puede afirmarse que la discriminación positiva está "basada en la falsa inferioridad de la mujer en el mundo laboral"; por favor, vaya forma de empezar el año.

Quizá, la remitente de la misma debería documentarse respecto a este tema (no sé si lo habrá hecho) y seguro que no sería tan categórica afirmando algo así; qué duda cabe que todas las personas que creemos en la igualdad y en la no discriminación anhelamos llegar un día a ese estado de igualdad en el que la condición mujer u hombre, no represente un handicap ya no sólo para el mundo laboral, sino en todos los ámbito socio-económico-político-culturales, pero, desgraciadamente, eso no es así.Aquellas personas que han acuñado el término "discriminación positiva" saben perfectamente que son dos términos que chocan, como dice en su carta, pero es que se trata precisamente de eso, se favorece a un sector marginado, y no al otro, para alcanzar la consecución en un futuro de la igualdad, algo positivo sin duda.

Este tipo de temas suelen enzarzamos en discusiones que llevan hasta el amanecer, pero le diría: "Si las estadísticas, si el hecho de vemos relegadas en un gran número de trabajos a ocupar puestos -florero-, si llegar a ocupar un puesto de responsabilidad nos lleva más tiempo, si nuestra capacitación se pone en duda en más casos, si la maternidad nos lleva al despido, y el casamiento a la no contratación, si...", si todo esto responde a una falsa inferioridad de la mujer en el mundo laboral, entonces estoy de acuerdo contigo.-