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Un colectivo castigado por el terrorismo

José Antonio Ortega es el primer oficial de prisiones que secuestra ETA, pero este cuerpo ha padecido el ataque de la banda terrorista con cuatro muertos, al menos tres heridos y varias personas -policías y familiares- fallecidas y heridas como consecuencia de ataques inicialmente dirigidos contra ellos. Entre los atentados más graves se cuentan los siguientes:Jorge Suar, médico de la cárcel de El Puerto de Santa María, fue encontrado muerto en su coche, con un disparo en la nuca, el 14 de octubre de 1983.

Ángel Mota, funcionario de la prisión de Martutene (San Sebastián), fue asesinado de un disparo en la nuca el 13 de marzo de 1990.

El 28 de junio de 1991, un paquete bomba, dirigido al director de la cárcel, causó la muerte de un funcionario y tres reclusos en la prisión Sevilla 1. Además resultaron heridas: otras 33 personas de distinta gravedad.

José Ramón Domínguez, también funcionario de Martutene, fue asesinado de un tiro en la nuca el 22 de enero de 1993.

En agosto de 1989, Conrada Muñoz, madre de un funcionario, falleció en Montillana (Granada) al abrir un paquete-bomba que iba dirigido a su hijo.

En mayo de ese mismo año, un coche-bomba colocado cerca de la entrada de la prisión de Alcalá-Meco, en Madrid, causó la muerte de dos policías nacionales y heridas graves a un funcionario de la cárcel.

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