Los escándalos sobre los Windsor alcanzan a la reina Isabel II
Los escándalos que han minado a lo largo de los últimos años la monarquía británica han acabado por afectar a la situación de la propia reina Isabel II. Una biografía semioficial, que empezó a publicar por capítulos ayer el diario The Times -recogida también por The Sun-, relata aspectos tormentosos de su matrimonio con el príncipe Felipe de Edimburgo, un hombre de trato difícil y demasiado aficionado a las mujeres, según el texto.
[El príncipe Felipe de Edimburgo] "le grita de vez en cuando, lo mismo que a muchas otras personas, pero a ella no parece importarle. Es como si pensara que ésa es la conducta normal de un marido", dice en el libro un amigo de los Windsor, refiriéndose al trato que mantiene la pareja.Sarah Bradford, la autora de Elizabeth. A biography of her majesty the queen, que se editará en febrero, ha contado con todas las facilidades de Buckingham Palace para su trabajo. Lo cual no ha sido un obstáculo para que la autora se adentre en aspectos poco convencionales de la vida de la pareja real. Como la temprana afición del príncipe a coquetear con todas las mujeres atractivas que se ponían a su alcance y la absoluta permisividad de la reina hacia esta conducta.
La biografía recoge, a este respecto, la curiosa reacción de Isabel II hacia una de sus damas de compañía que osó advertirle del interés de su esposo por otra mujer en un baile de gala. La reina la despidió sin más explicaciones, pese a la vieja amistad que había unido a ambas mujeres. "La cuestión de la infidelidad del príncipe Felipe, lo mismo que la verdadera cuantía de la fortuna personal de la reina Isabel son los dos últimos bastiones que los cortesanos de palacio serían capaces de defender hasta la muerte", dice Bradford.
La reina es descrita en este nuevo texto, publicado el año en que Isabel II cumple 70 años, como una persona devota de su esposo, al que, según cortesanos y amigos, adora. Por su parte, Felipe de Edimburgo emerge de estas páginas como un hombre orgulloso, capaz de criticar las decisiones de la reina en público, dotado de escaso tacto diplomático y gran pasión por las mujeres. En uno de los capítulos de la biografía se describe el interés del príncipe por una estrella de la escena musical londinense de los años cuarenta, Pat Kirkwood. El primer encuentro se produjo en octubre de 1948, cuando la todavía princesa real estaba a punto de dar a luz al príncipe Carlos.
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