_
_
_
_

108 pisos sociales para vecinos de casas ruinosas llevan ocho meses vacíos

Ciento ocho familias del poblado de absorción de Canillas (Hortaleza) ven desde sus ruinosas casas cómo los bloques construidos para ellos por la Comunidad de Madrid llevan ocho meses terminados sin que la Administración del PP acabe de entregarles las llaves. No es la primera vez que esto sucede en la reforma de un barrio. En 1993, con el PSOE en el poder, otras 83 familias de la zona vivieron una situación similar.El gerente del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), dependiente del Gobierno regional, Juan José Franch, atribuye el retraso a los trámites burocráticos de la selección y adjudicación, y asegura que dentro de 20 días se efectuará el traslado a las nuevas casas.

La calle de Montemayor de Pililla es como una frontera. A un lado, las nuevas viviendas construidas por el Ivima, formadas por adosados y bloques de poca altura; todo arreglado y bonito, pero habitado únicamente por guardas jurados. Al otro, las casas bajas del poblado de absorción, construidas en los años cincuenta con materiales de aluvión y ya llenas de grietas y humedades.

Los atrasos en la entrega han colmado la paciencia del vecindario, y en los muros se leen mensajes así: "Gallardón, nos das casa o te mandamos un ratón".

PASA A LA PÁGINA 3

"Vivimos entre grietas y humedades mientras al lado están los pisos nuevos sin habitar"

VIENE DE LA PÁGINA 1

Los nuevos pisos se adjudicaron mediante sorteo el pasado 4 de diciembre. Pero los vecinos siguen en sus viejas viviendas. Y cunde la indignación.

Ángela Gómez, de 60 años, tiene toda la casa llena de paquetes embalados. "Llevamos meses esperando el traslado de un momento a otro, así que ya no hacemos arreglos", explica. En su vivienda hay grietas y humedades. Pero no es la peor. En casa de Inés Perea, en Matapozuelos, 7, antes de Navidad se cayó el techo de un dormitorio.

Teresa de la Torre, su vecina, está que arde. "Vinieron para arreglarle lo del techo, pero qué reparaciones se van a hacer con los pisos nuevos ya adjudicados, eso no tiene sentido", asegura. "Yo le invitaría a Ruiz-Gallardón a que pase aquí una semana para que vea cómo vivimos entre grietas y humedades mientras al ladito están nuestros pisos, nuevos y sin habitar", añade.

Estas viejas casas están en régimen de acceso diferido a la propiedad en 50 años y por ellas se pagan alquileres de menos de 200 pesetas mensuales. En las nuevas, la renta se actualiza conforme a la normativa actual de vivienda social.

Antonia del Moral, presidenta de la Asociación de Vecinos de Canillas, explica que, de las 108 viviendas, 68 se concluyeron en diciembre de 1994 y las 40 últimas en mayo de 1995. Normalmente se adjudica toda la promoción a la vez. "El viceconsejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Peral, a finales de noviembre nos comentó que el traslado no se había realizado porque el Ivima no tiene dinero para derribar las casas viejas", explica Del Moral.

Juan José Franch, gerente del Ivima desde las últimas elecciones, niega esta versión. "Una cosa es que el presupuesto de 1996 esté cerrado y otra que no haya dinero para estos derribos; si es preciso, nuestros propios operarios desmantelarán las casas viejas según se vaya realojando a sus habitantes para evitar que entren okupas", asegura.

Franch explica que los procesos de selección y adjudicación son lentos, "sobre todo cuando se dan" como suele pasar siempre, situaciones de inquilinos irregulares".

"En diciembre se realizó una adjudicación provisional que abre un periodo de alegaciones; esperamos firmar el lunes o martes de la semana próxima la adjudicación definitiva con los vecinos para realojarles en quince o veinte días", añade. "Vamos a intentar agilizar los métodos de trabajo que hemos heredado [del anterior gobierno]", concluye.

En 1993 otras 83 familias vieron cómo sus pisos quedaban paralizados por la suspensión de pagos de dos constructoras, tras doce meses de retrasos. Su caso se arregló.

Este poblado, de 528 viviendas, es uno de los ocho construidos en los años cincuenta por la Obra Sindical del Hogar y reformados por el gobierno autónomo. Los otros son Fuencarral A y B; General Ricardos y Comillas, en Carabanchel; Caño Roto, en Latina; Villaverde Cruce y La Viña.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_