El comando checheno mina los autobuses con rehenes para evitar el asalto del Ejército ruso
Los guerrilleros chechenos, que desde hace tres días permanecen bloqueados por las tropas rusas en el pueblo fronterizo da guestano de Pervomáiskoie, minaron ayer los autobuses en los que tienen a los hombres rehenes y los; estacionaron junto a la escuela y la mezquita donde están instalados los niños y las mujeres, informó el Ministerio del Interior de Daguestán. Como pretenden evitar que los rusos asalten posiciones. Las negociaciones continuaron ayer sin resultado, a excepción de liberación de un pequeño grupo de mujeres y niños.
Cuatro mujeres, tres niños y un joven fueron liberados por los chechenos ayer, gracias a la intervención de los líderes religiosos musulmanes de Daguestán. Otras cinco mujeres, a las que se les permitió irse, se negaron a hacerlo y prefirieron quedarse con sus maridos, que están entre los cerca de doscientos rehenes retenidos por los guerrilleros. En total, según el Ministerio del Interior daguestano, los chechenos tienen en su poder a 20 niños y mujeres.El malestar de las autoridades daguestanas con Moscú sigue en aumento debido al comportamiento de los militares rusos. El Gobierno local lamentó ayer que después de haber logrado "liberar en menos de 24 horas a la mayoría de los 3.000 rehenes" que los guerrilleros mantenían en el hospital de Kizliar, "nuestros esfuerzos se han visto anulados por las irreflexivas acciones de los militares rusos, y ahora la situación de los rehenes restantes se encuentra de nuevo en peligro".
Los dirigentes de Daguestán habían pactado con los guerrilleros que se les dejaría pasar libremente a Chechenia y, una vez allí, éstos liberarían a los rehenes. Pero las tropas del Krenilin bloquearon a los chechenos en la frontera con el claro objetivo de impedir que se repitiera el guión de Budiónnovsk. En aquella ocasión, el comando de Shamil Basáiev, después de haber entrado a sangre y fuego en esa ciudad rusa y de haberse atrincherado con más de mil rehenes en el hospital local, regresó triunfan te a Chechenia y hasta el día de hoy no ha podido ser captura do por los rusos.
Sin derramar sangre
El problema, como bien dijo Ramazán Abdulatípov -vicepresidente saliente del Consejo de la Federación, la Cámara alta del Parlamento ruso-, está en que los dirigentes daguestanos tienen la misión de liberar a los rehenes sin derramamiento de sangre, mientras que las fuerzas rusas tienen la misión de capturar a los guerrilleros. Naturalmente, estos objetivos son contradictorios y antagónicos.Además, Abdulatípov -él mismo un daguestano, de nacionalidad avar- ha podido comprobar en Pervomáiskoie que a las autoridades locales "les es imposible coordinar sus acciones con las estructuras de fuerza del poder federal, ya que no hay ni un solo representante de la dirección de estas estructuras en el lugar de los acontencimientos".
Salmán Radúiev, el comandante de los guerrilleros que asaltaron Kizliar, sigue insistiendo en que no liberarán a los rehenes si no tienen garantías de que él y sus hombres pueden regresar sanos y salvos a Chechenia. Y, si los rusos atacan, entonces resistirá "hasta la última gota de sangre".
Los reformistas Yegor Gaidar y Grigori Yavlinski dijeron ayer estar de acuerdo en convertirse en rehenes a cambio de la liberación de las 200 personas que los chechenos mantienen en Pervomáiskoie. Radúiev ha dicho que soltará a los rehenes si son reemplazados por "políticos respetados". Entre éstos, además de los dos citados, Radúiev nombró a los generales Borís Grómov y Alexandr Lébed, pero ambos se han negado al canje.
"Si existe una posibilidad de liberar a las mujeres y a los niños, es un pecado no aprovecharla. Estoy listo para volar inmediatamente [a Daguestán] y ya he informado de ello", declaró Gaidar, líder del partido Opción Democrática de Rusia.
Mientras tanto, las acciones de los militares rusos parecen indicar que se inclinan por solucionar el problema con la fuerza. Durante el día de ayer continuaron reforzando sus posiciones con más hombres, carros de combate y blindados, mientras los helicópteros surcaban el aire. Incluso cuatro aviones de carga aterrizaron en las inmediaciones de Pervomáiskoie. Los soldados no dijeron qué traían, peto debe de ser algo muy importante para realizar una operación tan arriesgada como es la de posarse no en un aeropuerto, sino en pleno campo. Los expertos piensan que, si se da la orden de asalto contra los chechenos, no habrá ninguna liberación de rehenes, sino una horrible matanza.
Mientras tanto, el Ministerio del Interior ruso divulgó el texto íntegro de una conversación por radio mantenida entre Radúiev y el estado mayor del general independentista Dzhojar Dudáiev, que supuestamente lograron escuchar. "Hagan lo que consideren necesario. Si no les hacen caso, suban a algunas mujeres y niños a un autobús y dispárenle granadas. Muestren de lo que son capaces. ( ... ) Deben morir más mujeres que hombres. Conserven la sangre fría", se dice en esa supuesta conversación.
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