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Pekín contraataca sin éxito al segundo documental británico de los orfanatos chinos

Una ex trabajadora del centro de Shanghai acusa al Gobierno chino de ocultar el caso

La diplomacia china libró ayer una intensa y estéril batalla publicitaria en Londres y en Pekín, en un intento de minimizar los efectos del devastador documental emitido anoche por la cadena de televisión británica Channel 4 y del informe de la organización humanitaria Human Rights Watch. Miembros de la Embajada de la República Popular China en Londres y altos cargos de Sanidad en la propia capital china, donde inició ayer una visita oficial el ministro británico de Exteriores, Malcolm Rifkind, negaron la veracidad de un reportaje que ha provocado la indignación del régimen chino y ha encontrado amplia acogida en os medios de comunicación intemacionales.

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Se archivó el caso

Liv Jianchao, primer secretario de la Embajada china en Londres, lamentó el daño causado en las relaciones entre su país y el Reino Unido por el documental Regreso a las habitaciones de la muerte, segunda parte del emitido el verano pasado en el Reino Unido (en España se ofreció en octubre) sobre la trágica situación de las niñas en los orfanatos de la República China. Channel 4 organizó, tras la emisión del reportaje, un debate especial al que los diplomáticos chinos en Londres se negaron a acudir."Hemos declinado la invitación, ya que la discusión va a basarse en una filmación tan sensacionalista, tan distorsionadora, que sería de todo punto inapropiado para la Embajada china participar en ella", comentó Jianchao. Sin embargo, Rifkind, que ayer fue recibido en Pekín por su homólogo chino, Qian Qichen, restó importancia al suceso. "No creo que tenga un impacto real en el tenía que nos ocupa. No somos responsables de lo que diga un programa de televisión, dijo el ministro, cuyo principal tema en la agenda de conversaciones es Hong-Kong, la antigua colonia británica que pasará a manos chinas el 1 de julio de 1997. Rifkin dijo no obstante "estar horrorizado por las alegaciones china", pero declaró que "la mejor forma de acabar con estas especulaciones es que el Gobierno chino permita el acceso libre a estos centros".

El Gobierno chino, que cuenta las horas, minutos y segundos que faltan para tomar posesión de Hong-Kong, ha considerado una ofensa imperdonable la emisión del reportaje en momentos tan delicados para la transición de la ex colonia.

Abusos

Las escalofriantes imágenes filmadas por el equipo de Channel 4 han sido guiadas por las denuncias planteadas por una antigua trabajadora en uno de estos centros de acogida de niños abandonados en la República China, la doctora Zhang Shuyun. Empleada en el Instituto de Bienestar para Niños de Shanghai entre 1988 y 1993, Shuyun, que abandonó China el año pasado, aparece en el reportaje asegurando que durante su estancia en el centro era una práctica normal dejar morir de desnutrición o enfermedad a los niños recogidos, una vez que se superaba una determinada cuota.El lunes, el vespertino londinense The Evening Standard ofrecía en exclusiva una entrevista con la doctora Shuyun y con un joven chino de 23 años, Ai Ming, antiguo interno en uno de estos centros, que también aparece en el documental denunciando los abusos cometidos en el orfanato de Shanghai y sufridos por él mismo. Las denuncias de la doctora Zhang Shuyun fueron rebatidas el lunes por el antiguo director del orfanato de Shanghai, Han Weichang, quien la acusó de perseguir una mera venganza personal contra el centro. Weichang acaba de ser rehabilitado por el régimen chino, tras haber sido acusado de la violación de una niña acogida en dicho centro.

Derechos humanos

El material suministrado por la doctora y las fotografías obtenidas secretamente por el ex interno Ai Ming en 1990 han sido utilizadas como valioso material por el grupo norteamericano Human Rights Watch, que acaba de publicar un informe demoledor sobre la situación de los centros estatales de recogida de niños en China.El reportaje de Channel 4, que tan airada respuesta de las autoridades chinas ha provocado, fue realizado el año pasado en diversas provincias de China central. Filmado casi en secreto, presenta una galería de imámgenes aterradoras tomadas en diferentes orfanatos, en los que los pequeños internos consumen sus días en el más absoluto abandono atados a sillas o tendidos en cunas de aspecto insalubre.

Los autores del reportaje, repleto de testimonios de ciudadanos chinos críticos con el régimen que ocultan su rostro a la cámara, culpan a la política de un solo hijo favorecida por el Gobierno de la masacre sistemática que sufren las niñas nacidas o por nacer en el país. Una política que convertirá a la República China, en un plazo relativamente breve de años, en un país con preocupantes desequilibrios demográficos en el que no menos de 70 millones de hombres se encontrarán materialmente sin pareja.

Ayer, Kate Blewett, coproductora del programa de Cahnnel 4, defendió la importancia de unas imágenes (acaso demasiado morbosas) cuya difusión obligará al Gobierno chino a revisar su política en materia de derechos humanos.

"Lo peor de todo es que las nuevas evidencias demuestran que los niños son asesinados deliberadamente, no simplemente abandonados a su suerte", dijo Blewett. En su opinión, el Reino Unido está obligado a presionar al Gobierno chino para que termine este escándalo.

[En Alemania, el Partido Social demócrata pidió ayer boicotear la compra de productos procedentes chinos, como protesta por los maltratos a niños, informa Efe. Los Verdes pidieron al Gobierno de Bonn que adopte sanciones económicas contra el Gobierno chino].

Más información en página 53

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