El volumen de lluvia en la mitad occidental es el máximo en 30 años

Los pantanos de la cuenca del Tajo recibieron ayer tal cantidad de agua de lluvia que la máxima aportación o punta, registrada en la noche del lunes, equivaldría, si se extrapolara a 24 horas, a 1.253 hectómetros cúbicos, más del doble de lo que consume Madrid en dos años. Es más, en sólo dos horas acumularon agua como para atender el consumo anual de la cuenca del Segura. En el observatorio de Navacerrada cayeron en 12 horas 48 litros por metro cuadrado, la novena parte de la precipitación media anual sobre Madrid. El Instituto Nacional de Meteorología no registra datos similares de precipitaciones en la mitad occidental peninsular desde hace 30 años.

El goteo de fallecidos a causa del temporal continúa incrementándose. Ayer murieron dos personas en Úbeda (Jaén) al derrumbarse un muro de la plaza de toros como consecuencia de las fuertes precipitaciones. Los fallecidos, todos ellos vecinos de Jódar, son A.G.H., de 53 años, y su hija, S.H.G., de 27. Un hijo de 16 años resultó herido leve.Los datos de la sequía de hace un año se han vuelto del revés. Llueve como no lo hacía desde hace 30 años y seguirá lloviendo, con intervalos, en los próximos días, según el INM. El anticiclón que años atrás se había apostado frente a la Península ha desaparecido este invierno, de modo que las corrientes húmedas del Atlántico aparecen y riegan todo el territorio incluido en un arco imaginario desde Gibraltar hasta Girona y con el centro en Finisterre.

Los meteorólogos predicen que hoy se producirá una mejoría, pero mañana, jueves, y el viernes aparecerá otro frente lluvioso. El sábado se despejará para dejar paso el domingo a otro en una cadencia similar a la de los días pasados. Valencia, Murcia, Aragón y Cataluña, hasta ahora olvidadas por las lluvias, también recibirán una propina, aunque menos intensa.

Las precipitaciones acumuladas de los últimos días, más las producidas ayer, causaron una elevación del caudal del río Tera desconocida desde hace 100 años, hecho que obligó al desalojo de los habitantes de Ribadelago Viejo (Zamora) y media docena de viviendas en Puebla de Sanabria e Ilanes, así como un fuerte desembalse en los sistemas de la margen izquierda del Duero, próximo a rebosar su margen de seguridad, según el presidente de la confederación, José María de la Guía.

En la operación de desalojo no se pudo evitar la evocación de la tragedia ocurrida en la madrugada del 9 de enero de 1959, cuando la presa de Vega de Tera se rompió y arrasó el pueblo de Ribadelago y las vidas de 144 de sus residentes mientras dormían, informa . "Nunca podremos olvidar aquello", dijo uno de los treinta y tantos supervivientes de la tragedia al salir ayer de la misa de difuntos que anualmente se cerebra.

Son decenas las carreteras interceptadas por balsas de agua o desprendimientos en Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía Occidental.

Los accesos por ferrocarril también están afectados. La línea Medina-Orense, cortada a la altura de Puebla de Sanabria, recuperó la normalidad en la madrugada de ayer. Los trenes procedentes de Lisboa llegaban a España con cinco horas de retraso. Las líneas entre Sevilla y Huelva quedaron interceptadas; los viajeros del Talgo que enlaza con Madrid por la línea del AVE tuvieron que ir en autobús hasta Sevilla. Los trenes AVE tienen que reducir su velocidad en dos tramos de Sierra Morena para disminuir cualquier riesgo de descarrilamiento. Los enlaces de Granada con Almería, Barcelona y Madrid también estaban afectados por inundaciones.

Mientras en Murcia, Alicante, Almería, Cantabria y el País Vasco las precipitaciones de los últimos cuatro meses no alcanzan a la mitad de la media de los últimos tres años, en el resto del país la situación es opuesta. Según la Confederación del Tajo, las aportaciones de agua recibidas en seis embalses de esta cuenca (14.508 metros cúbicos por segundo) en la noche del día 8 equivale a 52,2 hectómetros cúbicos por hora.