Apocalipsis adolescente
Dentro del cine norteamericano, al que pertenece plenamente Maldita generación a pesar de ser una coproducción mayoritariamente francesa, existe una larga tradición de películas donde una pareja de jóvenes y enamorados asesinos recorre el país en automóvil dejando detrás de ellos un reguero de muertos. Maldita generación pertenece a este subgénero, pero presenta una serie de atractivas innovaciones.En primer lugar, el alma de la banda es la joven, encarnada por la iinquietante Rose McGowan, y arrastra tras de sí tanto a su pareja habitual como a otro muchacho que enseguida conocen por el camino. Y luego no tarda en establecer con ellos, tras pro clamar al principio su virginidad, una compleja relación, que la lleva a descubrir el sexo alternativamente con uno y otro y con los dos en una espectacular cama re donda final, entre medias de sangrientos y absurdos asesinatos. Sin olvidar que el peculiar terceto asesina con la misma facilidad que folla, no deja de fumar, algo cada vez más insólito dentro de una producción, o mejor dicho coproducción, norteamericana, y de comer todo tipo de productos no naturales. Al mismo tiempo que no siente el menor remordimiento por ninguno de sus asesinatos pero organizan una sentida ceremonia fúnebre cuando atropellan a un perro.
The doom generation
Director, guionista y montador: Gregg Araki. Fotografia: Jim Fealy. Francia, Estados Unidos, 1995. Intérpretes: Ames Duval, Rose McGowan, Johnathon Schaech.Estreno en Madrid: Princesa (V O).
Pionero del llamado cine gay, el director y guionista Gregg Araki ha realizado cinco largometrajes rodados en 16 milímetros con muy pocos medios, y Maldita generación, en los títulos de créditos denominada como su primera película heterosexual, es la parte central de una trilogía, todavía sin terminar, subtitulada Apocalipsis adolescente.
Rodada con algo más de dinero y por primera vez en 35 milímetros, Maldita generación muestra a Gregg Araki como un interesante hombre de cine, que no sólo escribe y dirige sus películas, sino que también las monta. Sabe muy bien lo que quiere y cómo conseguirlo con medios limitados.
Con sus 85 minutos de duración, Maldita generación es una película llena de fallos, pero también de momentos interesantes, que muestra a un director que con el tiempo puede llegar a hacer trabajos de gran interés. Lástima que se exhiba después del inacabable y aburrido cortometraje norteamericano Hotel Oasis (1994), de Juan Calvo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.