Los etarras creen superado el 'síndrome de Bidart'
ETA cree haber logrado que sus bases "recuperaran la confianza hacia la organización," y sobreponerse a los importantes golpes policiales que hicieron temer a muchos activistas que "existía un peligro real". Ese es el hilo argumental del balance del último ano, en su boletín interno Zutabe del pasado septiembre. En ese documento, que Interior atribuye a Mikel Albizu, Antza, jefe-del aparato político etarra, hay reiteradas alusiones a la "debilidad del Estado", a la quiebra del pacto de Ajuria Enea y la Mesa de Madrid, así como al "enfrentamiento entre el PSOE y el PP, que ha ido mucho más allá de una crisis de Gobierno, afectando a los pilares mismos del Estado".En la introducción de la ponencia Txorten orokorra, contenida en el Zutabe, su autor reconoce que en el verano de 1994 ETA vivía "una situación política y organizativa. muy negativa". El dirigen te etarra asegura, sin embargo, que ETA y su entorno atraviesan ahora "una situacion que no es de euforia, pero que tampoco da para análisis negativos".
La organización terrorista reconoce que durante un tiempo padeció el síndrome de Bidart, subsiguiente a la detención en Francia de Francisco Múgica, Pakito y otros miembros de la dirección en 1992. En la pasada primavera, ETA empezó "a despertar", según se dice en Zutabe, que asegura que a ello contribuyó mucho la "participación de la organización" (en referencia al asesinato del dirigente del PP, Gregorio Ordóñez), "el alto nivel de lucha de la calle", y la eliminación de la disidencia interna al imponerse la línea dura.
Fuertes críticas
Pese a las fuertes críticas recibidas, incluso desde destacados militantes, ETA califica el asesinato de Ordóñez de "elemento clarificador" en su proceso de debate interno y asegura que ese atentado "sirvió para condicionar y golpear la estrategia del enemigo". Y agrega: "El enemigo quedó totalmente fuera de juego frente a esta acción y los partidos del Pacto fueron incapaces de plantear una respuesta común".El asesinato de Ordóñez no fue "una acción de venganza", sino "una acción para condicionar la situación política", según ETA. Ésta, al referirse al PNV, deja patente que ese partido ha pasado a ser otro de sus enemigos -"se le ha. acabado la impunidad"-, fundamentalmente por la mayor implicación de la Ertzaintza (policía autónoma vasca) en la lucha contra ETA. "La Ertzaintza entera' es un cuerpo policial contra la liberación de Euskal Herria", señala el boletín Zutabe.
