Dos gallegos, presuntamente secuestrados en Venezuela por la mafia de la droga

La Interpol está tratando de localizar en Venezuela a dos jóvenes vecinos de Arousa (Pontevedra), Alejandro Abalo Bispo y José Manuel Crespo Mougán, a quienes la Policía española supone secuestrados por una banda de narcotraficantes. Ambos desaparecidos salieron el 15 de octubre del aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela, con la intención declarada de pasar tres días de vacaciones en el país suramericano.

"Nadie se va tan lejos para unas vacaciones tan cortas", señalaron fuentes policiales para avalar su sospecha de que el objetivo del viaje de Abalo y Crespo era otro. De hecho, las organizaciones que exportan la cocaína desde los países productores suelen retener como rehenes a los emisarios enviados por los compradores para asegurarse así el pleno cobro de las remesas vendidas, según consta en los mismos medios policiales.El caso más popular de este tipo entre el narcotráfico gallego fue el de Daniel Baúlo Carballo, que permaneció durante varios meses secuestrado en Colombia, donde vivió encerrado en un gallinero, por la demora en el pago de una partida de cocaína por parte de la familia de los charlines, con quienes los Baulo estaban asociados para, esas operaciones.

Alejandro Abalo, de 22 años, y José Manuel Crespo, de 23, casado y con un hijo, no tiene antecedentes policiales. Una semana después de partir hacia Venezuela comunicaron a sus familiares que su estancia en ese país se prolongaría algo más de lo previsto por haberse encontrado con "algunas dificultades".

Partida de nacimiento

La última comunicación se produjo el 30 de noviembre, fecha en la que Crespo pidió a su familia que le enviara una partida de nacimiento y una fe de vida. Su padre, un conocido hostelero de A Illa de Arousa, trató desde esa fecha de localizar a los cabecillas de la supuesta organización que había captado a ambos jóvenes, pero falleció hace unos días en accidente de tráfico sin que trascendiera el resultado de sus pesquisas.El martes último una persona que se identificó como Manuel Vázquez, propietario de una agencia de viajes en Caracas, advirtió a la esposa de Crespo que éste y su compañero corrían "un grave peligro". Al día siguiente, la familia de los desaparecidos decidió denunciar los hechos a la Policía de Vilagarcía de Arousa.