Los socialdemócratas turcos creen que los islamistas solos en la oposición son un peligro
Los socialdemócratas turcos consideran que dejar, en estos tiempos de grave crisis económica, a los islamistas solos en la oposición sería un peligro, porque les ayudaría a multiplicar sus votos en los próximos comicios. Fuentes de los dos partidos socialdemócratas -el DSP, que lidera Bülent Ecevit, y el CHP, de Deníz Bailkal- se mostraron contrarios, por esa razón, a participar en un Gobierno de coalición con la "gran derecha" turca.
Se denomina "gran derecha" al ANAYOL, es decir, a la coalición o la fusión de los dos partidos conservadores: el de la Recta Vía (DYP), que dirige la primera ministra en funciones, Tansu Ciller, y el de la Madre Patria (ANAP), encabezado por Mesut Yilmaz. Según Mumtaz Soysal, ex ministro de Exteriores y adjunto a Ecevit, la unión de los socialdemócratas al ANAYOL supondría, de un lado, la muerte de la moderada izquierda centrista turca, y, de otro, el agigantamiento de los islamistas.Sin embargo, la poderosa asociación de hombres de negocios turcos USIAD imprimió ayer a toda página en todos los diarios una publicidad pagada a favor de una coalición de la gran derecha, a la que recomienda unirse a los socialdemócratas en un frente laico. A finales de la década de los setenta, la USIAD torpedeó con este tipo de anuncios pagados al Gobierno del entonces primer ministro Bülent Ecevit, a quien ahora piden que se sume a los conservadores.
Mehined Kereciler, perteneciente a la importante corriente integrista moderada del ANAP, en el que ocupa una vicepresidencia, reiteró ayer que su partido no formará una coalición con el islamista Partido del Bienestar (RP), y que tampoco participará en un frente antiislámico.
El RP fue el partido más votado en las elecciones del domingo pasado. Obtuvo el 21,32% de los votos y 158 escaños de los 550 que tendrá el nuevo Parlamento. Su líder, Necinettin Erbakan, hizo, tras conocerse los resultados, un llamamiento a la reconciliación nacional y reivindicó su derecho a formar el nuevo Gobierno. Los dirigentes de los restantes cuatro partidos con representación parlamentaria -los dos conservadores, y los dos socialdemócratas- declararon su negativa a formar una coalición gubernamental con el RP.
Tras manifestarse en casi un 80% a favor de una Turquía moderna, laica e integrada en Europa, el electorado, al conceder casi el mismo número de papeletas al ANAP (19,6%) y al DYP (19,2%), ha expresado su apoyo a la coalición de ambos. Pero con 132 y 135 diputados, respectivamente, no alcanzan la mayoría absoluta del Parlamento, establecida en 276 escaños, y necesitan, al menos, el apoyo de un tercer partido.
Por otra parte, crece el temor en Turquía a una radicalización de los ultraconservadores de Acción Nacionalista (MHP), que obtuvieron el 8,16% de los Votos y se quedaron sin representación parlamentaria por no pasar la barrera del 10% establecida por la ley electoral. El MHP estuvo envuelto en las bandas de los lobos grises, que en los años setenta desataron combates callejeros que dejaron 5.000 muertos.
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