Un robot que se mueve sin guía ve la luz en Vigo

GATO es un robot casi doméstico, el primero en su género que ve el entorno que le rodea. No precisa de raíles electrónicos para deambular por el espacio que se le asigne.Su percepción del mismo, a través de sensores infrarrojos de ultrasonidos y láser la conjuga automáticamente con la memoria digital almacenada en sus entrañas y, puesto a trabajar, apenas precisa otra orden que el encendido. El GATO (Guiado Autónomo para Transporte en Oficinas) es un invento del departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Vigo, en colaboración con la Universidad alemana de Weingarten."Nadie te agradece la investigación industrial", lamenta Ricardo Marín, director del departamento. "Un artículo teórico publicado en EE UU obtiene mas reconocimiento académico que cualquier aplicación de investigación tecnológica en el ámbito empresarial inmediato". Lo sabe por propia experiencia, pero no por ello renuncia a incorporar sus hallazgos industriales, "modestos pero significativos", al desarrollo económico del entorno más próximo. El GATO es, por el momento, su resultado más espectacular.

Mapa del espacio

Este robot, alimentado por baterías, lleva en la memoria un mapa del espacio por el que se va a mover. Una cámara de vídeo lo capta, la imagen es digitalizada y comparada con la anterior, determina su acción de respuesta. Hasta ahora, los robots solían deambular guiados por carriles electrónicos, aéreos o subterráneos. El GATO está en línea con las investigaciones en robótica que se realizan en Japón y EE UU.Ahora estudian la aplicación del GATO -"la del sistema, que tiene muchísimas aplicaciones", precisa Marín- a las sillas de ruedas de los tetrapléjicos para que puedan moverse sin asistencia en los hospitales. "Pensamos que son los recintos cerrados en los que el GATO puede ofrecer mayor rendimiento: oficinas, garajes, ambientes de alta toxicidad donde se quiera evitar riesgos sobre la salud y otras".

El mayor problema que han encontrado los ingenieros que desarrollan el robot apunta a su navegación: el GATO puede llegar a no saber dónde está exactamente por la acumulación de pequeños y sucesivos derrapes, al tomar las curvas o girar, lo cual distorsiona uno de sus canales de recepción y medición de datos. El GATO, por lo demás, "está preparado para imprevistos, pero es inocente, cándido", afirma Marín. "Tendría algunas posibilidades de sobrevivir por sí mismo en el mundo actual, pero nunca frente a sabotajes".

El objetivo del departamento que dirige Marín se plantea en el concepto de empresa virtual, "que nace de la colaboración imprescindible entre distintas empresas para lograr una ingeniería concurrente que sirva a todas ellas". En esta línea destaca el almacén automático de tapicerías de automóvil montado en Valladolid para Bertrand Faure y que va a ser utilizado en Francia por Renault y Citröen. "En Francia pensaban que no sería posible, y ha sido un hallazgo de la ingeniería española".

Otro invento de su departamento ha sido un sistema para detectar en la cadena avícola de Coren pollitos sucios o en mal estado. "Para una persona era difícil mantener la atención y el control, ya que en la cadena pasan dos pollos cada segundo. Ahora están todos controlados, no hay lugar a errores".