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De la transición a la moneda única

Seis ministros de Economía abordan el futuro y pasan revista a los últimos 18 años

Llegaron ordenadamente escalonados, aproximadamente cada 10 minutos. Y llegaron relajados. Seis responsables de política económica, algunos de ellos ex ministros y otros ex vicepresidentes para Asuntos Económicos con gobiernos de UCD -"porque Felipe es más cicatero", bromearon- acudieron al programa Plusvalía qué Canal Plus emite hoy domingo para pasar revista a la transición. Dieciocho apasionantes años que los ilustres personajes repasan con prontitud para adentrarse con más pasión en el futuro. En la moneda única, el Estado del bienestar... Tres miembros de gabinetes de Adolfo Suárez -Enrique Fuentes Quintana, Juan Antonio García Diez y Fernando Abril Martorell- y tres de Felipe González -Miguel Boyer, Carlos Solchaga y Pedro Solbes- compartieron su tiempo, sus opiniones... y el gusto que irónicamente todos ellos tienen ahora por la camisa de tono azul, que queda tan bien en televisión.El tiempo ha ido dejando en su imagen pequeñas secuelas. Más entradas, unos, y un cabello gris plomizo, otros, que contrastan con su, rápida chispa, mejora da con - el sosiego queda abandonar la poltrona ministerial,- en la que ya sólo se sienta Solbes. ¿Volverían a ella?, pregunta el moderador. Y Abril no pierde ni un segundo en contestar: "De ninguna manera". Opinión en la que coincide con Boyer -"mi época terminó!'-, García Díez -"mis ambiciones políticas están saciadas"- y Fuentes -"no debe haber ministros técnicos"- Solbes, por el contrario, no lo descarta, y Solchaga se niega a contestar.

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El debate de ideas

-"No expresaré mis deseos".

-"¿Por qué?"

-"Pues porque no quiero".

Pero cada poro de su piel parece gritar "quiero volver".

¿Volver a qué?. Pues quizá- a revivir los momentos que Solchaga recuerda en la tertulia previa al debate. Aquellos en los que, además de ser ministro de Economía en España, presidía el comité interno del FMI en plena tormenta monetaria. 0 a aquellos que Fuentes cita con nostalgia, como los Palacios de la Moncloa, irrepetibles a juicio de los ex altos cargos. Todos, sin embargo, creen imprescindible un consenso para llevar A cabo re formas pendientes, especialmente la de las pensiones, salga el Gobierno que salga de las elecciones. Un consenso entre las fuerzas políticas y también entre éstas y la propia sociedad, a la que, dicen, no se le puede escamotear un debate de semejante. importancia. Así, Boyer expresa su preocupacion por lo qué denomina el lado malo" del Pacto de Toledo, aquel que posibilita el no discutir de un tema tan fundamental. Pero si de lo que se trata es de evitar la demagogia -dicen- entonces vale.

El debate, antes, durante y después del programa, no pierde nunca intensidad. Los temas salen hilados uno tras otro. Fuentes señala que ahora las familias ahorran más, Abril contesta que se debe a la incertidumbre sobre el * futuro de las pensiones y da pie a que, otra vez, se debata sobre la situación en Francia, cuya sombra planeó toda la tarde sobre. la tertulia.

El brío europeísta que Solbes muestra sobre Maastricht es aplacado por el mayor escepticismo de Boyer. "A pesar de participar en el informe Delors, tengo diferencias sobre lo que significa fijar los tipos de cambio", dice. Y continúa: "No se puede abusar de Maastricht para implantar el rigor presupuestario porque, como en Francia, se puede volver contra nosotros". A Solbes le preocupa que la sociedad piense en empleo y Maastricht como objetivos contrapuestos "cuando son convergentes". "La sociedad", replica Garcia Diez, "quiere menos paro y estar en la moneda única. Si se hace bien son objetivos compatibles, pero podrían entrar en conflicto".

Déficit, paro, inflación..., uno a uno los desequilibrios de la economía van cayendo en la conversación. Los mismos desde hace años. ¿Por qué no se resolvieron? "La España de 1977" arranca Fuentes, "no tiene nada qué ver con la de 1995". Y le siguen los demás. "Se han dado pasos importantes en la estructura económica, y ahora tiene los mismos problemas que en otras democracias avanzadas", afirma Solchaga. Boyer recuerda cómo lograron que la crisis del petróleo, sentida con especial fuerza' en España, no diera al traste con la incipiente democracia. "Conseguimos que no se produjese un desastre económico con enormes repercusiones políticas"., "Hombre", dice en otro momento Abril, "nos tragamos mucho marrón".

Historia muy viva

"Somos historia, pero sobrevivimos". Boyer pone la guinda irónica en la tertulia previa al debate cuando la conversación sobre recientes acontecimientos se mezcla con los recuerdos acumulados por unos y otros. Hacía mucho tiempo que no se encontraban los seis. "De dos en dos sí nos hemos visto", dijo Abril, "pero a sí juntos, todo el sindicato, pues no". Aunque nadie lo dina a juzgar por el ritmo de la conversación. Quizá les una el saberse miembros de un club especial, al margen de las diferentes ideologías, si es verdad lo que dijo Abril: "Los responsables económicos de los Gobiernos tienen una función especial. Serlo te cambia un poco la personalidad, imprime carácter. Te das cuenta de las escaseces, de la miseria de la conducta humana".

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