"Madrid es una ciudad de milagros, ideal para perderse"

Enrique Loewe Lynch, actual presidente de la casa Loewe, que ahora celebra su 150 aniversario, es la cuarta generación que la dirige. Nacido en Madrid hace 54 años, dice de sí mismo: "Soy un hombre de letras frustrado metido en el mundo de los negocios". Se confiesa perdidamente enamorado de Madrid y aquí empezó hace 30 años a trabajar con su padre, quien ya había convertido Loewe en una de las primeras marcas de prestigio mundial. En 1982 fue nombrado presidente de la casa y en la actualidad centra su actividad profesional en los temas de creación, imagen y nuevos productos.La historia de la firma comenzó en Madrid en 1846, cuando su bisabuelo, un emigrante alemán, abrió una tienda de marroquinería y fabricación de artículos de piel. Hoy cuenta con una veintena de locales en la capital y su historia representa con orgullo el buen gusto, la tradición y la cultura en España.

Pregunta. ¿Tiene un Madrid preferido?

Respuesta. Me gustan los Madriles como ciudad. He vivido siempre aquí. Nací en la calle Arenal y quizás prefiera el de los Austrias. Lo que menos gracia y carácter posee son las zonas construidas en la parte norte. Hay reformas en la capital que me duelen.

P. ¿Qué es lo que le duele de Madrid?

R. Soy muy crítico con la ciudadporque la quiero. Me duele la anarquía urbanística de los alcaldes sin visión: el ser la capital de las Españas es difícil. Deseo creer que con la política de rescate de edificios, emprendida, va a recuperarse.

P. ¿ Qué es lo que más le apasiona de esta ciudad?

R. Esa especie de señorío y caballerosidad, los residuos de una amabilidad y simpatía. Esa es la elegancia de Madrid. Pero lo que me enloquece es Madrid como ciudad de los milagros a la que se refiere Dumas, que buscan los extranjeros y en la que yo creo. La extraña vitalidad, la insólita libertad. Me encuentro muy bien en Madrid.

P. Muchos la encuentran inhóspita. En ocasiones no se puede ni pasear por sus calles...

R. Hay que encontrar la ocasión propicia. Todos los domingos paseo 10 kilómetros en chándal por la ciudad y es absolutamente mágico. Alzo la vista; he descubierto un Madrid hacia arriba. No concibo Europa sin el contrapunto de Madrid, de pobreza y riqueza.

P. ¿Resulta fácil vender el lujo en esta ciudad?

R. La experiencia me dice que sí porque se prefiere la calidad. Pero hablar hoy de lujo resulta banal y peyorativo.

Exposición: Loewe. Tiempos de un mito (1846-1996). Hasta el próximo 20 de enero. Centro Cultural de la Villa. Plaza de Colón. Metro Colón.