"Ofrecemos datos útiles para entender una cultura, no fantasías"

¿Qué significado tienen las taulas que los habitantes de la isla de Menorca construyeron hace más de tres mil años? ¿Por qué las decenas de tumbas del yacimiento de Los Millares tienen una orientación similar? El historiador de la ciencia Michael Hoskin, editor de la revista Journal for the History of Astronomy, cree tener una respuesta. Abandonó prematuramente su cátedra en el Churchill College de Cambridge (Reino Unido) para dedicarse a la arqueoastronomía, y en una década ha visitado 1.200 construcciones prehistóricas desde Chipre hasta Portugal; sólo en la península Ibérica, unas 500."Era una zona muy poco estudiada, y España se ha revelado como una de las áreas mas importantes de Europa", aseguró durante su visita al Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife. Al principio buscaba los yacimientos, pero ahora dice haberse ganado la confianza de los arqueólogos, y esa parte del trabajo se la resuelven ellos. "Saben que se trata de ofrecer datos útiles para entender una cultura, y no meras interpretaciones fantásticas", afirma.

Pregunta. ¿Es la arqueoastronomia una ciencia reconocida actualmente?

Respuesta. Antes, la primera reacción de los arqueólogos era dudar. No creían que culturas tan antiguas tuvieran conocimientos astronómicos complejos. Creo que ahora hay un gran cambio y la colaboración es más frecuente. Pero también es cierto que la arqueoastronomía está en la infancia, y eso significa que, hay menos control y todavía es posible publicar fantasías. Por eso, si se quiere ganar prestigio, hay que distinguir muy bien entre datos, interpretaciones realistas y fantasías.

P. ¿Qué tipo de datos?

R. Medidas de la orientación de las tumbas de una cultura. Hemos encontrado que siempre hay una norma para cada cultura. Todos los enterramientos están dentro de un ángulo limitado, y la probabilidad de que esto sea casual es muy pequeña. Esto son hechos. No hay controversia y en realidad tampoco hay astronomía porque no se debe presuponer que para orientarse usaran el cielo ni, que las construcciones tuvieran finalidad astronómica, como predecir eclipses. Hay culturas que orientan sus monumentos hacia una montaña sagrada, por ejemplo.

P. ¿Y cuáles son algunas de sus interpretaciones?

R. En Evora [Portugal] estudiamos 55 tumbas separadas por varios kilómetros, y todas están comprendidas en un ángulo de 45 grados. Y el terreno es totalmente plano, no veo otra posibilidad para explicar esto sin el cielo. En este caso, y es muy frecuente en todo el Mediterráneo, excepto en Baleares, mi opinión es que la clave está en el propio Sol. Creo que las tumbas se orientaban al lugar por donde salía el sol el día que empezaban a construirse. Sucede que esos 45 grados coinciden con la variación de la posición del sol en el horizonte cuando sale, hasta llegar el solsticio de invierno. Mi opinión es que había una forma de almacenar los muertos y que los enterramientos se hacían en invierno, cuando no se trabajaba en el campo.

P. ¿Podría trazar una ruta arqueoastronómica por España?

R. ¡Claro! Menorca, donde la cultura talayótica dejó no sólo monumentos funerarios, sino también las taulas, que creemos que son más bien santuarios, es quizá la. zona más rica del Mediterráneo y allí además están las navetas. En Andalucía se concentra el mayor número de yacimientos. Por ejemplo, Los Millares, en Almería, con los tholos; Montefrío, en Granada, con sepulcros megalíticos parecidos a dólmenes y en Antequera (Málaga) hay tres construcciones colosales, cada una diferente.

P. Usted ha elaborado una hipótesis sobre las taulas.

R. Sí, fue publicada hace años y a algunos arqueólogos les gusta. Mi idea es que eran centros de salud, lugares de culto al dios de la medicina.

P. ¿Por qué?

R. Extrañamente, las taulas están orientadas todas al horizonte sur: o al mar o a una tierra muy plana, nunca hacia una montaña. No puede ser casual. Ahora, hacia donde miran las dos docenas de taulas no hay nada en el cielo, pero cuando fueron construidas estaba la Cruz del Sur [por el lento movimiento de oscilación del eje de rotación terrestre]. Esa constelación formaba parte de la del Centauro y el Centauro era Ouirón, el dios que en la mitología griega enseñaba medicina.