Sospechas sobre el lento recuento de papeletas

, Dos días después de las elecciones parlamentarias en Rusia, la Comisión Electoral Central había contado menos del 50% de los votos emitidos. Esta circunstancia hace temer a algunos analistas que el Gobierno esté tratando de falsificar los resultados de los comicios, como sucedió, según una comisión investigadora, hace dos años durante el referendo para aprobar la Constitución que hoy está en vigor.

Los observadores extranjeros, por su parte, afirman que las elecciones han sido libres y honestas, aunque llamaron la atención sobre algunas pequeñas irregularidades. Como resultado, Rusia será en enero recomendada para ingresar en el Consejo de Europa.

Sin embargo, hay quienes no comparten la opinión de que todo ha sido correcto. Así, el profesor Robert McIntyre, del Instituto de Estudios Políticos de Estados Unidos, piensa que los observadores extranjeros, igual que en 1993, se quedan en la fachada "al supervisar sólo el momento de la votación, dejando sin investigar el proceso anterior -donde las irregularidades abundan, sobre todo en el uso de la publicidad- y, lo que es más importante, el proceso posterior, es decir, el recuento de los votos.

Aunque la Comisión Electoral Central afirma que es "imposible falsificar los resultados de las elecciones" algunos analistas rusos dicen que precisamente en los intermedios en que se deja de dar información del recuento de votos, que ayer fueron largos, se pueden agregar al sistema electrónico de cómputo sufragios inexistentes.

Nikolái Petrov, del Instituto de Geografía, opina que las autoridades rusas están probando las posibilidades del sistema electrónico -que, afirma, está en manos de un ex general del KGB- para poder falsificar los comicios presidenciales de año próximo.