Matan de un tiro en la cabeza a un abogado en el portal de su casa
El abogado de 36 años Juan Antonio Domínguez y Morales murió en la madrugada de ayer tiroteado en el portal de su casa, en la calle del Doce de Octubre, número 7 (Retiro). Los asesinos -dos hombres, según la primera versión- emplearon un arma cargada con balas del calibre 9 milímetros corto. Le descerrajaron cuatro disparos a bocajarro.Un proyectil le entró por el pómulo derecho, atravesó la masa encefálica y salió por la región occipital. El letrado falleció en el acto. Su cadáver quedó tendido a la puerta de la casa donde se crió, muy cerca del madrileño parque del Retiro. El reloj marcaba las 3.45.
Varios vecinos, alarmados por las detonaciones, avisaron a la policía. Una patrulla del 091 y varios agentes del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial llegaron al lugar de los hechos. Tomaron fotos e iniciaron los interrogatorios a los vecinos. En el suelo descubrieron cuatro casquillos. El cadáver entretanto fue trasladado para su autopsia al Instituto Anatómico Forense.
Domínguez Morales, especialista en Derecho Civil, había tenido despacho en la calle de Santo Tomé -en el distrito Centro-; se había separado recientemente de su esposa, con la que tenía dos hijos, siempre según las primeras versiones. Al irse de su piso conyugal en el barrio de Moratalaz, regresó al domicilio paterno de la calle del Doce Octubre. Allí fue abatido.
La víctima, letrado en Madrid desde 1985, trabajaba en temas inmobiliarios, según fuentes cercanas al caso.
Viaje a Málaga
La víspera de su muerte, Domínguez viajó a Málaga para vender un piso de su propiedad. Así lo comentó en el trabajo, donde bromeó con el dinero que iba a recibir por la operación. "Ya nos tomaremos unas copas a la vuelta", comentó a los colegas. Ninguno advirtió nada anormal, en su comportamiento. Le vieron por última vez a las seis de la tarde del miércoles. La muerte le esperaba a la vuelta.Un detalle que está siendo investigado es la presencia de Domínguez en el portal paterno a las 3.45, en una de las madrugadas más frías del año. ¿Le esperaban los asesinos a su regreso de Málaga? ¿Le llamaron desde la calle y al bajar le balearon? La familia, destrozada por el crimen, guardó silencio. Antes de morir, Domínguez había estado con su hijo. Tras dejarle en su antiguo domicilio, volvió a su casa de la calle del Doce de Octubre.
Entre las hipótesis que baraja la policía judicial figura que los criminales sean antiguos clientes del fallecido. También se investiga la posibilidad de un robo. La Jefatura Superior de Policía de Madrid, que informó del crimen, mantuvo silencio sobre la marcha de las investigaciones, aunque aseguró que eran "intensas".
Tras la autopsia, el cadáver de Juan Antonio Domínguez fue trasladado a la sala 23 del Tanatorio Sur, antes de su entierro.
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