El Europarlamento supera sus reticencias y aprueba la unión aduanera con Turquía
, El Parlamento Europeo fue fiel a sí mismo. Una vez más, a la hora de la verdad dejó de lado los ideales y se inclinó por el pragmatismo al aprobar por amplísima mayoría (343 votos a favor, 119 en contra y 36 abstenciones) el Acuerdo Aduanero con Turquía. La división de opiniones en el grupo socialista fue el factor clave para lograr la luz verde al acuerdo; que siempre ha contado de antemano con el apoyo mayoritario de los conservadores. La Eurocámara velará por el progreso de los derechos humanos en Turquía.
La Eurócámara llegó a la conclusión de que los desechos humano! no han progresado lo suficiente en Turquía, pero castigar a este país privándole de la Unión Aduanera con Europa podría ser peor remedió que la misma enfermedad. Hubo quien votó ayer en conciencia en Estrasburgo, pero la mayoría dejó los sentimientos a un lado y se acogió a los hechos: la Unión Aduanera puede ser el mejor argumento electoral de las fuerzas progresistas en los comicios generales que se celebrarán el próximo día 24. Aplazar la apertura comercial hacia Turquía podría haber dado alas a los partidarios de que, el país dé la espalda a Europa y abrace definitivamente el islamismo político.Ese era el mensaje que lanzó desde el primer momento la primera ministra, Tansu Çiller, a sus colegas europeos. Y ése ha sido el mensaje que han lanzado Felipe González y la casi totalidad de jefes de Gobierno de la UE: el mejor favor para promover los derechos humanos en Turquía es aprobar la Unión Aduanera. El mensaje hacía ya días que había calado y el voto afirmativo no fue ninguna sorpresa.
Hubo excepciones a este pragmatismo. Como la del socialista francés Jacques Láng, que pidió el voto en contra porque "apoyar a un régimen de tipo militar disfrazado de civil es una forma de negar Europa". O la del español Carlos Carnero (Izquierda Unitaria Europea), ponente del informe del Parlamento Europeo sobre la Unión Aduanera, que, destacó que Turquía no ha cumplido ninguna de las condiciones previas que había fijado la Eurocámara como condición para dar el sí: "Ni las reformas de la Constitución turca permiten garantizar las libertades políticas y civiles; ni se ha abolido la ley antiterrorista de 1991; ni se han producido avances en la cuestión de Chipre, ni sé ha liberado a los cuatro diputados, kurdos encarceladas por delitos de, opinión, entre ellos Leila Zana, premio Sajarov del Parlamento Europeo a los derechos humanos".
Por encima de estos argumentos se impusieron los de la socialista española Ana Miranda ("Votar a favor permitirá ser exigente con el cumplimiento de los derechos humanos") o los del comisario Hans van den Broek ("Si se pide a Turquía valor para las reformas democráticas, la Unión Europea debe mostrar también valor para ayudar a ese proceso").
Exigencia de reformas
Los parlamentarios europeos votaron y aprobaron también una resolución aneja en la que exige al régimen de Ankara que continúe las reformas democráticas y que siga impulsando los cambios en la Constitución y las leyes turcas para garantizar las libertades fundamentales.
Un grupo de manifestantes, defensores de la causa kurda, quemaron una bandera europea frente al hemiciclo del Consejo de Europa, en Estrasburgo, sede de la Eurocámara.
La Unión Aduanera se complementa con un programa de asistencia financiera por valor de 375 millones de ecus (unos 60.000 millones de pesetas). A partir del 1 de enero próximo, en virtud del acuerdo aprobado ayer, caerán los aranceles en el comercio entre ambos países, salvo en un determinado tipo de productos sensibles, cuya entrada en Eruropa seguirá siendo sometida a controles aduaneros. Es el caso del automóvil, los textiles y la agricultura.
Según las previsiones de la Comisión Europea, la caída de barreras permitirá duplicar en cinco años el valor dé las exportaciones de la Unión a Turquía, que en 1994 se elevaron a 10.800 millones de dólares.
Bruselas estima que se producirá también una gran corriente de inversiones europeas, hacia ese país "porque el acuerdo dará una enorme confianza a los inversores europeos para entrar en Turquía", según el comisario Van den Broek.
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