Liberados los dos pilotos franceses capturados por las fuerzas serbobosnias
Los dos pilotos franceses prisioneros de los serbobosnios desde el pasado 30 de agosto, cuando fue derribado el Mirage 2.000 con el que participaban en una operación de castigo de la OTAN, llegaron anoche a la base aérea de Villacoublay, al oeste de París, donde fueron recibidos por el presidente de la República, Jacques Chirac, y por sus familiares. La liberación del capitán Frédéric Chiffot, piloto, y el teniente José Souvignet, navegante, ha sido objeto de una secreta negociación de la que aún se desconocen sus términos.
Tras más de cien días de cautividad, los dos militares fueron recibidos como héroes por un Gobierno que anda necesitado de hazañas. La liberación de Chiffot y Souvignet desplazó del primer lugar de los informativos televisivos y radiofónicos a las multitudinarias manifestaciones contra los recortes sociales. Después de recordar que en la antigua Yugoslavia han muerto 58 soldados franceses y más de 600 han sido heridos, el primer ministro, Alain Juppé, celebró la liberación ante una Asamblea Nacional que discutía una moción de censura contra él.Chirac expresó su agradecimiento al presidente ruso, Borís Yeltsin, por su mediación. "Sin su colaboración, este lamentable asunto no hubiese tenido un final feliz". El jefe del Estado francés apreció también los esfuerzos desplegados por el presidente serbio, Slobodan Milosevic. La esposa del capitán, Nathalie Chiffot, atribuyó "a la inminente firma [mañana, jueves] del acuerdo de paz en París la liberación" de los pilotos.
En las negociaciones celebradas en a la localidad bosnia de Zvornik, en la frontera con la actual Yugoslavia (Serbia y Montenegro), para fijar los términos de la liberación han intervenido el jefe de Estado Mayor francés, el general Jean-Philippe Douin; el comandante de los serbios de Bosnia, el general Ratko Mladic, y el jefe de de Estado Mayor yugoslavo, el general Monicilo Perisic. En la sombra ha actuado Jean-Charles Marchiani, ex espía y hombre de confianza del ex ministro del Interior francés, Charles Pasqua, que en 1993 intervino desde Argel en la crisis del secuestro de un Airbus de Air France por islamistas radicales.
Pero mientras en El Elíseo reinaban ayer muchas dudas aún sobre el desarrollo. de los actos ligados a la firma del acuerdo de paz, cobraba fuerza la idea de que Francia estaría dispuesta a que los barrios serbios de Sarajevo puedan escapar de facto a la autoridad del Gobierno bosnio.
La liberación de los dos pilotos franceses podría estar relacionada con las garantías dadas por Francia sobre el futuro de los distritos que deben pasar al control de la Federación croato-musulmana, informa Ramón Lobo desde Sarajevo. Los soldados franceses destacados en la capital bosnia, que el día 19 cambiarán su casco azul por el de la OTAN, tendrán bajo su control Sarajevo y los llamados barrios serbios quedarán bajo su protección. El Gobierno bosnio teme que en las secretas negociaciones de los últimos días Francia haya efectuado concesiones para reforzar la vigilancia de estos distritos.
Concesiones de Francia
Sin embargo, el ministro francés de Exteriores, Hervé de Charette desmintió ayer que Francia haya "aceptado hacer concesiones de ningún tipo" para obtener la liberación de los aviadores. Los dos pilotos franceses llegaron ayer a Zvornik vestidos con los mismos uniformes que llevaban cuando fueron derribados. El general MIadic fue el encargado de despedirles, dándoles un cariñoso cachete en la cara y diciéndoles: "Espero que nunca tenga que volver a ocurrir lo que provocó el derribo de su avión". En sus primeras declaraciones a la televisión, el teniente Souvignet se limitó a decir: "En líneas generales, hemos sido bien tratados. Hemos comido bien, hemos recibido atención sanitaria [Souvignet se rompió una pierna al ser capturado], aunque al principio parecía que no iba a ser así".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.