El barrio estallará hoy en silencio

La rabia de los vecinos de Vallecas explotará con un prolongado silencio. El dolor del atentado les conducirá enmudecidos por el distrito. Las asociaciones de vecinos, el Ayuntamiento de Madrid y los sindicatos han convocado una marcha por la paz y contra el terrorismo en el barrio desangrado por ETA.La manifestación se inicia a las siete de la tarde de hoy en el Alto del Arenal, junto a la estación de metro de Buenos Aires. En el Puente de Vallecas la marcha concluirá con la lectura de un comunicado por el periodista Ángel del Río, que nació en la calle de Peña Prieta.

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos ha hecho un llamamiento especial a todos los vecinos para que "participen en la marcha y demuestren la repulsa a estos crímenes que atentan contra los esquemas democráticos de la sociedad".

Ayer, los grupos políticos del barrio celebraron el pleno municipal más triste. PP, PSOE e IU transmitieron un mensaje sereno en el momento de mayor agitación para el barrio. "Nuestra respuesta debe ser la calma", enunció la concejala del distrito Eva Durán, del Partido Popular. Para el vocal del PSOE Rafael Merino, el mejor diálogo es el sosiego: "La gente que practica los asesinatos no piensa en sus efectos". "Contra el terrorismo no nos podemos cruzar de brazos; los vallecanos tenemos que manifestarnos", arengó Marisa Castro, de IU.

Numerosos daños

Mientras tanto, los vecinos afectados por la explosión del coche bomba en Peña Prieta enumeran daños. Luego enfilan hacia la caseta municipal instalada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid. Allí denuncian los desperfectos: puertas, cristales, tabiques, ventanas y enseres reventados., Según los servicios municipales, el atentado terrorista deterioró 247 viviendas de 37 edificios y 34 locales. Los pisos se encuentran en las calle de Peña Prieta, Francisco Iglesias, Emilio Ortuño, Sierra de Filabres y Monte Oliveti, así como al otro lado de la M-30, donde se hicieron añicos muchas lunas.

Sólo peligra la estructura de uno de los bloques del número 18 de Peña Prieta, que amortiguó por completo la onda expansiva. En este viejo edificio residían dos familias de derecho y un número indeterminado de okupas. Casi todos han sido alojados en pensiones y hostales por los servicios sociales del Ayuntamiento y la Comunidad.

Un equipo de 150 personas trabajarán hasta el fin de semana para rehabilitar las viviendas siniestradas. Los servicios de electricidad, agua y gas funcionan sin problemas. Con urgencia, los operarios han saneado las tiendas y locales bajos.

Los comerciantes esperan recibir ayudas de la Junta Municipal y abrir al público en dos días. "Ahora es cuando podernos vender", decía Carlos, uno de los tenderos. Pero ayer por la tarde denunciaron que el Ayuntamiento les ha negado las subvenciones. "Esto ha sido", dice, "como una catástrofe natural".