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Israel pone fin a 28 años de ocupación de la localidad cisjordana de Tulkarem

Israel retiró ayer sus tropas del pueblo cisjordano de Tulkarem y puso fin a 28 años de ocupación allí en un nuevo paso que acelera la entrega de centros urbanos al Gobierno palestino de Yasir Arafat. Millares de palestinos se volcaron en las calles para festejar la llegada de cerca de 400 agentes policiales de Arafat, que, inmediatamente asumieron responsabilidades administrativas del pueblo, situado a 36 kilómetros al noreste de Tel Aviv. También ayer llegaron a Hebrón 13 policías palestinos para abrir una oficina de contacto con Israel.

"Es una jornada histórica. Hace años que veníamos esperando este momento", declaró Said Ahmad, un policía nacido en 1967, el mismo año en que Israel conquistó la banda occidental del río Jordán en la llamada Guerra de los Seis Días.El Gobierno israelí está satisfecho con el ritmo del repliegue, que debe concluir este mes. "Siempre pensé que fue un error imponer nuestra autoridad sobre los palestinos. Hacia finales de mes ya no gobernaremos otro pueblo", declaró el primer ministro, Simón Peres, poco antes de tomar el avión hacia Washington a última hora del sábado.

Peres espera abordar en EE UU el tema de las conversaciones de paz entre Siria e Israel, en las ue el Gobierno norteamericano actúa de intermediario. Las escenas registradas en Tulkarem ayer eran las reminiscencias de las explosiones de júbilo registradas hace poco en Jenín, el pueblo palestino donde Israel inició el repliegue de sus tropas de acuerdo con el plan de ampliación de la autonomía palestina en Cisjordania.

En los próximos días, los israelíes deben abandonar Kalkliya, Nablús, Belén y Ramala como paso previo a la celebración de las elecciones palestinas, previstas para el 20 de enero. Estamos siendo testigos del nacimiento de nuestro Estado independiente", afirmó emocionado un comerciante palestino.

El espíritu de celebración y las altas expectativas contrastan con el sombrío panorama que trazan algunos israelíes inquietos por el repliegue militar y los palestinos críticos con la política de Arafat. El movimiento islámico Hamás reiteró que continuará la lucha armada "hasta expulsar al último israelí del sagrado territorio palestino".

Las preocupaciones de los colonos judíos, entretanto, aumentaron el pasado fin de semana tras un ataque registrado cerca del asentamiento de Neve Daniel. Según fuentes policiales, pistoleros desconocidos abrieron fuego contra un vehículo en el que viajaban colonos e hirieron a un hombre y a su hija. Ninguna de las organizaciones extremistas palestinas se adjudicó la responsabilidad de la emboscada. El Ejército buscaba ayer a sospechosos en el área de Belén.

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