"La propiedad debe pasar a manos eficaces"
Grigori Yavlinski tiene una habilidad especial para captar los rasgos surrealistas de la realidad, incluso en el desvencijado avión AN-24 que le lleva de Moscú a Penza en una fría mañana de diciembre. Al político le hacen gracia las azafatas que le reciben a bordo asegurándole con aplomo que toda la tripulación de la nave votará por él, cuando no pueden estar seguras de que el aparato, uno de los modelos más antiguos de las líneas aéreas rusas, llegará a su destino.Pregunta. Los medios reformistas rusos han criticado su decisión de no unirse a Yegor Gaidar en un frente común para las elecciones del 17 de diciembre. ¿En que se diferencia de este político?
Respuesta. Gaidar apoya el presupuesto y al Gobierno; yo, no. Gaidar apoya a Yeltsin; yo, no. Gaidar apoya la privatización a base de bonos; yo, no. Gaidar está contra la unión económica con las repúblicas ex soviéticas, y yo estoy a favor. Gaidar ha liberado a los supermonopolios soviéticos de todo control, y yo estoy por liberar a la sociedad de los monopolios.
P. ¿Cuál es el principal reproche que le hace al Gobierno?
R. Que su política económica sólo beneficia a los comunistas. El Gobierno genera comunistas cada día, porque genera pobreza y miseria. Su política está, preñada de comunismo y nacionalismo, y es la causa del avance de estos sectores.
P. ¿En qué se diferencia su programa de privatización del que realiza el Gobierno?
R. No recurriría a los bonos, y en una primera fase vendería la propiedad estatal a precios bastante simbólicos. Evitaría dárselo todo al colectivo de trabajadores, porque esto paraliza el flujo de capital y no permite hacer nada. En la situación actual se plantean dos tareas: lograr que la propiedad pase a manos eficaces y reforzar administrativamente la propiedad privada, La propiedad sigue en manos de los directores que ya la controlaba anteriormente Ahora hay que redistribuirla mediante una nueva política económica que contemple otro sistema de impuestos, otra política monetaria, otra política bancaria, crediticia, aduanera, de importación y exportación y el uso de todas las palancas económicas. Eso me diferencia de [Guennadi] Ziugánov [el líder de los comunistas rusos], que sólo quiere confiscar. Hay que hacer una política económica que sea previsible, que estimule la producción y que sea razonable desde el punto de vista fiscal.
P. Ponga algún ejemplo.
R. En las pequeñas empresas, como quioscos, eliminaría todos los impuestos sobre los ingresos y dejaría sólo un impuesto de arriendo sobre la tierra. Quien no pueda asegurar un nivel de eficacia medio tendrá que vender su negocio, o traspasarlo. En las grandes empresas hay que recortar radicalmente la presión fiscal sobre los ingresos y cargarla sobre los fondos y los elementos pasivos, para que éstos pasen a manos eficaces.
P. ¿Es partidario de investigar los acontecimientos que culminaron con el cañoneo del Parlamento en octubre de 1993?
R. La sociedad no puede avanzar ni superar el trauma si no ve que aquello fue un delito y que hay responsables. En nombre del futuro, estoy en contra de las venganzas políticas, pero a favor de que la sociedad sepa quién es responsable.
P. Como jefe de una prestigiosa fracción de la Duma, ¿ha intentado organizar la investigación de alguno de los escándalos de corrupción que se publican en los periódicos y que afectan a altos dirigentes del Estado?
R. Mientras sigan en el poder los mismos de antes no hay ninguna posibilidad de llevar a término una investigación. Cualquier investigación nos conduce a los que toman decisiones y reparten derechos exclusivos. Los privilegios los reparte el presidente y son legales, eso es todo. Hay que cambiar a la gente, hay que cambiar la organización del poder y hay que acabar con el. monopolio de la economía.
P. ¿Cuándo se le ocurrió por primera vez ser presidente?
R. En diciembre de 1992, Yeltsin exhortó a sus partidarios a abandonar el Congreso de los Diputados Populares y tras él salieron sólo cien personas. Aquellos días comprendí que la era de Yeltsin se había acabado y que éste no era la persona que podía influir en la gente y arrastrarla tras de sí.
P. Si fuera presidente, ¿qué haría en primer lugar?
R. Acabar con la guerra de Chechenia.
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