Suspendido un inspector de Consumo que comía gratis en restaurantes
Dos restaurantes del barrio de La Güindalera (distrito de Salamanca) abrieron los ojos del edil Fernando Martínez Vidal (PP). Denunciaron sus propietarios, la conducta irregular del inspector municipal de Consumo, quien utilizaba su cargo público para comer y cenar gratis en los dos establecimientos, según afirma Martínez Vidal. El político ha suspendido de empleo y sueldo al funcionario por seis meses. No ha sido la única medida del nuevo edil del PP con mando en el distrito de Salamanca.
El primer funcionario de su Junta, Enrique Mezquita (secretario general), que había trabajado antes en los distritos de Chamartín y Centro, aquí con el concejal Ángel Matanzo, ha dejado su puesto. "No me terminaba de gustar cómo hablaba y cómo procedía y he ordenado su traslado".Martínez Vidal desconoce el nuevo destino de Mezquita. "Ni lo sé ni me interesa". Su sustituto, Ángel Herráiz, se incorporó hace tres días. "Lleva seis años en el Ayuntamiento y tiene un perfil jove, como yo quiero. Deseo aire fresco para la Junta".La sanción contra el inspector municipal de Consumo, del que no se facilitó el nombre, está plenamente justificada, según Martinez Vidal. "Está suficientemente comprobado que comió gratis en, al menos, dos restaurantes que presentaron denuncia. No pudimos comprobar, sin embargo, si era cierto que hacia la compra gratis, en el mercado diciendo que eran muestras para el laboratorio".
El concejal de Salamanca, que, lleva cinco meses en el cargo, quiere reorganizar ahora los departamentos municipales para resolver el problema que más preocupa a sus administrados. "Hay un colapso administrativo importante. La acumulación de papeles es un inconveniente y los vecinos se quejan por el tiempo que tardan en obtener respuesta a sus peticiones".
El concejal del PP defiende su decisión de trasladar a Mezquita: "Llevo aquí cinco meses y he querido cambiar, a la persona que estaba en un puesto clave para gestionar la Junta. Quiero que a partir de ahora esa gestión mejore. Y para eso estudiaré con el nuevo secretario general el organigrama".
Martínez Vidal no quiere, de momento, prescindir de más funcionarios. Matiza así las noticias del periódico Barrio de Salamanca, que esta semana informa de que el dirigente del PP ha decidido trasladar a otros cinco trabajadores más porque había perdido la confianza en ellos. "No hay que confundir las *cosas. Sólo ha habido una irregularidad por parte del inspector de Consumo que ha sido debidamente castigada. Y nada más. No quiero abrir más frentes en la Junta ni voy a prescindir de nadie. El 95% de los funcionarios son profesionales ejemplares".
Las decisiones del concejal han alarmado a los sindicalistas de UGT, que organizaron, hac-e días una asamblea con los trabajadores de la Junta de Distrito de Salamanca para analizar las medidas disciplinarias de Martínez Vidal.
"Primero dijo que había perdido la confianza, en algunos funcionarios y por eso prescindía de ellos. Nunca los trabajadores del Ayuntamiento pueden estar al pairo de la subjetividad del concejal", dice Antonio López, secretario de comunicación de UGT. "Si ahora rectifica sus declaraciones y desmiente que vaya a hacer cambios algo hemos avanzado". Y agrega: "Respecto a las irregularidades que dice haber descubierto, lo que tiene que hacer es denunciarlas en los juzgados".
Trabajo eficaz e implacable El político del PP prefiere el silencio porque las acusaciones de UGT surgen como consecuencia de una noticia que Martínez Vidal corrige.
El concejal traslado su opinión sobre el conflicto a través de una nota para que la conocieran los 130 empleados de la Junta del Distrito. En su escrito aclaró que no se puede poner en cuestión "el trabajo eficaz conjunto eficaz e intachable del de los funcionarios de esta Junta".
A continuación anuncia que "el mandato recibido de los electores" le obliga a "tomar decisiones difíciles, pero necesarias, en aras de una administración más austera, eficaz y transparente al servicio del ciudadano".
UGT contestó ayer al concejal con otro escrito: "Para lo que realmente el mandato electoral faculta y obliga al mencionado edil, como a cualquier otro, es a hacer cumplir las normas si se demuestra que éstas han sido vulneradas. Lo demás es rondar el límite del, abuso y la discrecionalidad".
No es la primera vez que la Junta de Distrito de Salamanca vive tensiones entre los administrado, y los administradores.
Durante el mandato de Pedro Ortiz (1989-1991), este concejal recibió numerosas denuncias de los vecinos por presuntas irregularidades que nunca llegó a demostrar.
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