González reconoce que la marcha de Solana a la OTAN es "un problema político y personal"

El presidente del Gobierno, Felipe González, reconoció ayer que la designación como secretario general de la OTAN del ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, le plantea "un problema político y personal". González hizo esta declaración tras entrevistarse en La Haya con el primer ministro de Holanda, Wim Kok, dentro de la gira para preparar la cumbre europea de Madrid, el 15 y 16 de este mes. Luego voló a Dublín, dónde se reunió con el primer ministro irlandés, John Bruton, y confirmó que el candidato del PSOE a las próximas elecciones se decidirá el día 18.

González señaló que hasta esa fecha no tiene prevista ninguna reunión previa con dirigentes de su partido. Sobre la sucesión de Solana en el Ministerio, manifestó en La Haya, según informa Efe: "Todavía no he pensado en la sustitución, espero que se quede hasta el día 17, después del Consejo Europeo".Solana ha expresado su deseo de seguir al frente de la diplomacia española hasta la cumbre de Madrid y de tomar posesión de su nuevo cargo en la semana que. empieza el lunes 18 de diciembre.

Sobre la sucesión de Solana, González comentó que ya ha visto las primeras quinielas que, añadió, "siempre sirven de onientación". Descartó totalmente que él asuma la cartera de Exteriores porque, dijo, "ya tengo bastante trabajo". Los tres nombres más barajados son Carlos Westendorp, secretario de Estado para la UE; Raimon Obiols, encargado de relaciones internacionales del PSOE, y Juan Antonio Yañez, embajador de España ante Naciones Unidas.

A propósito del Consejo Europeo, dijo que coincidió con Kok en que los tres puntos más importantes son el paso a la Unión Económica y Monetaria (UEM) y la denominación de la moneda única, la política de empleo, y la convocatoria de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que arrancará bajo presidencia italiana. Ambos coincidieron también en la importancia de la reconstrucción de Bosnia.

En Dublín, el jefe del Ejecutivo dijo que tiene ya decidido -"in pectore, casi"- el sustituto de Solana en Exteriores, aunque no quiso extenderse, pese a las presiones de los periodistas, sobre aspectos de política interior española. "No, quiero aburrir al primer ministro Bruton", dijo, aunque reiteró que no habrá reunión de notables para decidir el candidato del PSOE para las próximas elecciones de marzo. El presidente del Gobierno explicó el contenido de su entrevista con Bruton, similar a la mantenida con otros homólogos europeos, y cortó en seco cualquier especulación sobre la posibilidad de que él asuma la cartera de Exteriores. "Dios me libré de aceptar más responsabilidades", dijo.