PSOE y CiU alcanzan un acuerdo para regular los derechos de imagen de los deportistas

Representantes del Gobierno, del Grupo Parlamentario Socialista, y de Convergència i Unió han llegado a un acuerdo para reconocer y regular los ingresos percibidos por los jugadores profesionales a través de los llamados derechos de imagen. El pacto establece que estos ingresos "son rendimientos de capital mobiliario y estarán sujetos a una retención del 15%". Tanto el PSOE como CiU están de acuerdo en incluir el nuevo texto en el decreto-ley de acompañamiento a la prórroga de los Presupuestos del Estado de 1996, que se aprobará en los próximos días.

La última versión del acuerdo fue redactada a finales de la pasada semana por la coordinadora de temas económicos del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Mercedes Aroz, y en ella se recoge que "las rentas percibidas por sociedades transparentes como consecuencia de la cesión de los derechos de imagen se entenderá que son rendimientos del capital mobiliario y estarán sujetos a una retención del 15%".Sin embargo, las negoaciones entre el PSOE y CiU han tenido como puente privilegiado al ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha realizado gestiones tanto ante el Grupo Socialista como ante el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles.

"El texto acordado es una interpreteación de la ley tributaria, por lo que tiene la virtud de legitimar tanto para el pasado como para el futuro la percepción de los derechos de imagen como ingresos diferentes de los estrictamente salariales", según fuentes participantes en las conversaciones. Este argumento no era aceptado por la Inspección de Hacienda que hasta ahora interpretaba que todos los ingresos de los jugadores eran rendimientos del trabajo y por lo tanto debían estar sometidos a las retenciones de la renta acordes con el nivel de ingresos de cada jugador.

"Asimismo, el hecho de que le practique una retención del 15% sobre esas cantidades garantiza la seguridad jurídica a los clubes deportivos, que ya saben lo que tienen que hacer, mientras que Hacienda alcanza su objetivo de lograr que los deportistas profesionales estén sometidos a un mecanismo de retención y de control", señalan las mismas fuentes.

Esta propuesta de consenso, cuya redacción no estuvo acabada antes de la votación que el Senado celebró sobre el tema el viernes pasado, implica que los jugadores que cobren sus derechos de imagen a través de sociedades sufrirán una retención del 15%, mientras que en el caso de los pagos directamente salariales la retención aplicada será la que corresponda según la tabla del IRPF.

El hecho de que las sociedades que perciban los derechos de imagen sean transparentes -es decir, las que no tributan por sí mismas sino que a la hora de declarar ante el fisco suman sus. beneficios a los recibidos por los jugadores como sueldo- garantiza, según los arquitectos del acuerdo, un equilibrio en el trato respecto a otros profesionales.

Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que a la hora de su cómputo los beneficios de esas sociedades se consideren "rendimientos del capital mobiliario", el trato fiscal es más benévolo que el aplicado a las rentas directamente salariales.

El tratamiento de los derechos de imagen afecta a los jugadores ¿le fútbol y baloncesto, especialmente en los grandes equipos, aunque la inspección de Hacienda quería reclamar a los clubes por las retenciones no practicadas en el pasado. El caso más conocido es el del Barcelona. Una vez se apruebe el nuevo acuerdo, Hacienda deberá en estos casos estudiar, aplicando "criterios de mercado", cuándo un jugador recibe más ingresos de los adecuados por la vía de los derechos de imagen.

En el caso del Barça, siempre según personas que han participado en las conversaciones, el análisis selectivo de los ingresos de cada jugador puede revelar la existencia de casos en los que los ingresos por derechos de imagen están muy por encima del 50% de los ingresos totales. Fuentes fiscales estiman que para los cuatro últimos años, por este concepto Hacienda podría reclamar retenciones no practicadas de unos 800 millones de pesetas.