Folchi precisa
En la Redacción de su periódico en Barcelona conocen sobradamente mi falta de vocación por la polémica respecto de asuntos en los que he tenido intervención profesional. No he sido, en el pasado, pródigo en manifestaciones o declaraciones y no voy a cambiar de estilo en las actuales circunstancias.Su periódico publica, sin embargo, en su edición del pasado 13 de noviembre, dos afirmaciones que se prestan a generar confusión y que no pueden quedar sin respuesta:
1. Es rotundamente falso que un total de 15,49 millones de dólares fueron a una cuenta controlada por los abogados ingleses de los anteriores gestores de Torras, encabezados por Michael Russell".
Para empezar, el señor Russell no es abogado, sino chartered accountant (auditor). En segundo lugar, los fondos a que se refiere la noticia fueron pagados al destinatario final, siguiendo instrucciones del anterior equipo gestor de Grupo Torras y de KIO según consta a los demandantes. En fin, el señor Russell ni siquiera es inglés.
Para evitar dudas quiero precisar que el señor Russell no fue el destinatario de esos fondos, según consta indubitadamente en los documentos incorporados a la demanda que se sigue en Londres. En tercer lugar, es igualmente incorrecto que el señor Russell esté embargado en razón de esta operación. La documentación de la causa que se sigue en Londres demuestra, fuera de cualquier duda, cuanto afirmo y la incorrección de la noticia publicada por su periódico.
2. Es asimismo falso que yo haya reconocido la recepción de fondos procedentes de las operaciones discutidas ante la Corte Comercial de Londres. No he aceptado la titularidad de la cuenta Falcón en la Unión de Bancos Suizos ni de ninguna otra cuenta en el extranjero.
He explicado a KIO y Grupo Torras en su condición de antiguos clientes de mi despacho todas las operaciones en las que intervine por su encargo. He reiterado desde 1991 y hasta hoy que mi intervención en las operaciones discutidas fue puramente profesilonal y que actué, como es habitual en toda actuación profesional, en cumplimiento estricto de instrucciones recibidas, para terminar, he recibido una retribución por mis servicios profesionales que aparece claramente reflejada en la contabilidad y las declaraciones fiscales de mi despacho o de las sociedades en, las que participo.
