El obispo Setién cree fundadas las denuncias por torturas

El obispo, de San Sebastián, José María Setién, cree que las denuncias de torturas y malos tratos que se realizan tienen. fundamento y que estos hechos se producen "con la cobertura más o menos legal, no suficientemente respetuosa, de la dignidad de los presuntos delincuentes".Setién cita en su pastoral de Navidad, dedicada a la paz, una relación de las actividades violentas que realiza ETA, como el secuestro, el asesinato, la amenaza y la coacción, y dice que esas acciones son intolerables para una sociedad libre.

El obispo donostiarra añade en su escrito que también hay quienes para luchar contra esa violencia creen "lícitos y justifican todos los medios considerados eficaces", y alude a la violencia ejercida por los, GAL, lo que supone, según él, "un grave deterioro a la credibilidad de las instituciones puestas al servicio de los ciudadanos".

La Iglesia de Guipúzcoa, a través de la Pastoral Penitenciaria, ha servido de intermediaria para que Senideak, asociación de familiares de presos de ETA, y el PNV celebren en breve una reunión en la que se aborde el reagrupamiento de los presos de ETA.

Setién hace referencia en su escrito a los enfrentamientos entre ciudadanos que se han producido en las calles del País Vasco a raíz del secuestro de José María Aldaya, en poder de ETA desde hace 205 días.

La pastoral dice al respecto que "la lucha por la "conquista de la calle" convierte a ésta en un lugar de violencia y enfrentamientos sociales que nada tienen que ver con la libertad".

Setién pidió ayer a la banda terrorista ETA que libere inmediatamente a Aldaya al margen de cualquier negociación, porque "la libertad de una persona no debe ser objeto de negociaciones".

Por el diálogo

El obispo de San Sebastián, apuesta en su pastoral, como forma para conseguir la pacificación, por "el acercamiento, el diálogo y el consenso", y dice que todos los pasos que se denben ese terreno deben estar inspirados "en la verdad y la honestidad".Setién cree que para estimular los procesos de pacificación se debe partir de algo previo, y debe ser la voluntad de "hacer la paz por el camino de eliminación de la violencia".