Testimonio

Don Francisco Ayala ha publicado en ese diario (17 de noviembre) un artículo sobre la obra de Cansinos-Asens La novela de un literato, que yo también he leído. Con un estilo terso, sencillo y elegante, que ya no se usa, hace sobre ella unos comentarios. Al final se pregunta qué fue de los escritores Vidal y Planas, Hoyos y Vinent, Répide, Retana y Valentín de Pedro. Como yo los conocí y traté en el animado ambiente literario de la II República, puedo decir lo que sigue: Vidal y Planas marchó a México con una expedición de niños para librarlos de la guerra. Pasó luego al oeste de Estados Unidos como lector de español en una universidad y allí murió. Hoyos y Vienent, anarquista de Pestaña, fue llevado durante la represión a la cárcel de Porlier, donde sufrió la prisión con dignidad. Y en ella murió. Retana también estuvo en este incómodo lugar, siendo ejemplo de entereza. Allí escribió la letra y la música del chotis La Pepa (así se llamaba a la pena de muerte), que cantaron todos los condenados del hosco mundo carcelario. Murió asesinado por los años sesenta en su casa de las inmediaciones de Madrid. Según me dijo un día, había invertido el importe de los derechos de autor de sus muchos cuplés en alhajas y ésta fue tal vez la causa. La prensa nada dijo del crimen. Rápide, después de permanecer en Suramérica un tiempo y escribir un torpe y lamentable libelo (él, tan fino escritor), sintió la llamada de su tierra natal y al sentirse enfermo vino a morir a Madrid oscuramente. Igual le sucedió a Martínez Sierra. En cuanto a Valentín de Pedro, preso y condenado, su condición de ciudadano argentino le salvó. Indultado, salió de España. Nada volví a saber de él-