LOS MARTILLAZOS DEL CURA
El párroco de San Pantaleón de Aras (Ayuntamiento de Voto, Cantabria), Jesús Pérez Bayas, hizo el pasado jueves destruir a martillazos la placa de mármol descubierta el pasado 7 de julio en el frontal de la parroquia por el obispo de la diócesis, José Vilaplana, en la que figuraban esculpidos los nombres de 11 feligreses que habían contribuido a la reciente reconstrucción del templo. El cura quiso así poner fin a la polémica suscitada por otros feligreses quejosos de que habiendo también colaborado en el arreglo del templo no hubiesen sido tenidos en cuenta. Meses después del solemne descubrimiento de la lápida, los vecinos que se consideraban marginados por el cura pusieron el grito en el cielo por boca del alcalde pedáneo, Gorgonio Ruesga, del partido socialista, que hace un par de meses ya se había. dirigido al obispo transmitiéndole el malestar reinante en la localidad. "El párroco", aseguraba Ruesga, "sólo ha incluido en la mención a sus amigos". Algunos de los feligreses reconocieron en los últimos meses haber perdido parte de la fe que les inducía a asistir a la misa dominical oficiada por Pérez Bayas. Éste, tras algunas vacilaciones, hizo público un comunicado anunciando que el próximo domingo, después de la ceremonia religiosa, pediría a los feligreses que decidieran en votación secreta la solución del problema, si la lápida debía retirarse o no comprometiéndose a respetar la decisión de la mayoría. Sin embargo, adelantándose al referéndum, el clérigo, abrumado por el conflicto, decidió anteayer echar mano del martillo para destrozar a golpes la lápida descubierta aquel día del verano pasado.-
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