Milosevic llama a capítulo a los líderes serbios de Bosnia y les obliga a aceptar la paz de Dayton

El forjador del mito de la Gran Serbia, el presidente Slobodan Milosevic, llamó ayer a capítulo en Belgrado a los dirigentes serbobosnios, incluidos los radicales que habían impugnado la víspera las cláusulas de Dayton que les fuerzan a hacer concesiones territoriales al Gobierno de Sarajevo -en la capital bosnia y en el corredor de Gorazde- y les obligó a aceptarlas. "A pesar de algunas soluciones dolorosas, la República Serbia de Bosnia aplicará el acuerdo en su totalidad", rezaba un lacónico despacho de la agencia Tanjug.

Milosevic, que firmó como apoderado serbobosnio el acuerdo de paz de Dayton, no ignora que tras cualquier violación del alto el fuego en Bosnia la ONU puede reimponer las sanciones económicas a la actual República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), suspendidas el miércoles por el Consejo de Seguridad.Los líderes serbobosnios más radicales, precisamente los condenados en Dayton al ostracismo político por su vinculación a la limpieza étnica, se negaban hasta ayer a devolver al Gobierno de Sarajevo los distritos de Vogosca, Grbavica, llidza, llijas y Hadzici de la capital bosnia y a que ésta quede enlazada mediante un corredor con el enclave de Gorazde.

Milosevic les convoco con urgencia a una reunión celebrada en Dobanovci, en las inmediaciones de Belgrado. El líder serbobosnio Radovan Karadzic, que aún no se había pronuncia do sobre los acuerdos de Dayton, encabezó la delegación, en la que también figuraba el presidente del Parlamento de Pale y representante serbio en las conversaciones de paz de Estados Unidos, Momeilo KraJisník, que el miércoles había anunciado que no aceptaría "el plan de Dayton ni sus mapas chantajistas y serviles".

Al final, la agencia oficial yugoslava Tanjug comunicó la voluntad de los líderes serbobosnios de "acatar el acuerdo en su totalidad, en interés de la paz, y cumplir con todas las obligaciones que de él se desprenden". "Las eventuales consecuencias negativas del acuerdo se superarán con la ayuda de toda la comunidad [serbobosnial y de la República Federal de Yugoslavia", agregaba el comunicado de Tanjug.

Karadzic y el jefe de sus tropas, el general Ratko MIadic, están inculpados por el Tribunal Internacional que juzga los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia. El primero ha aceptado implícitamente su suicidio político. El segundo no asistió a la cita con Milosevic en Belgrado.

El levantamiento de las sanciones económicas a Yugoslavia, aprobado por unanimidad la noche del miércoles por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, fue recibido ayer con júbilo por serbios y montenegrinos, así como en países vecinos, como Rumania y Grecia. Belgrado podrá desde ahora volver a comerciar con el mundo, tras más de tres años de aislamiento internacional, y desbloquear sus fondos y propiedades retenidos en el extranjero. Las sanciones han causado pérdidas millonarias a la economía de Belgrado y han forzado el cierre de industrias y el despido de decenas de miles de trabajadores.

Gasolina de contrabando

Los vendedores ambulantes de gasolina de contrabando -a unas 150 pesetas el litro, el precio más elevado de Europa- ya han comenzado a desaparecer de las Carreteras serbias. Los ciudadanos serbios recibieron con entusiasmo la resolución de la ONU, que acabará con las restricciones de suministro de agua y uso de la calefacción.El ministro de Exteriores de Rusia, Andréi Kózirev, invitó ayer a las empresas, rusas a prepararse para una rápida reanudación de los intercambios con Yugoslavia. Antes de la imposición de las sanciones, Moscú suministraba a Belgrado el 90% de sus importaciones de petróleo y gas.