Los Quince endurecen el término de refugiado

Los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea (UE) definieron ayer los criterios que aplicarán los Quince para determinar quién puede entrar en la UE como refugiado. A partir del acuerdo alcanzado ayer, serán motivos para aceptar la solicitud de refugiado la persecución relacionada con la raza, la religión, la nacionalidad, las opiniones políticas y la pertenencia a un grupo social determinado. Esta definición es considerada como un endurecimiento de la posición comunitaria, según el Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (CERE).

El propósito del acuerdo es armonizar las distintas normas que utilizan los Quince para evaluarlas solicitudes de asilo político según la Convención de Ginebra firmada en 1951.De esta manera, el hecho de mantener opiniones políticas contrarias a las del Gobierno no es en si mismo motivo suficiente para obtener el reconocimiento de refugiado. De hecho, el acuerdo de la UE obliga al demandante de asilo a justificar que las autoridades de su país tienen conocimiento de sus opiniones políticas y que su temor a ser perseguido por ellas es fundado. El acuerdo tampoco tiene en cuenta el hecho de que la persecución es a menudo obra de milicias armadas u organizaciones insurgentes.

Philip Rudge, secretario general del CERE, condenó ayer la definición de refugiado por la UE, de la que dijo que "sigue la moda de intentar definir a refugiados que no existen".

Por otra parte, el Reino Unido sigue oponiéndose a que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas pueda juzgar las denuncias que eventualmente genere la actividad de la agencia europea de la policía, Europol. Los británicos insisten en que estas denuncias deben ser resueltas siempre a partir de las jurisdicciones nacionales sin llegar en ningún caso a la corte europea.

La presidencia española decidió ayer trasladar la discusión. a la cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno de diciembre próximo en Madrid si no hay antes un acuerdo entre los ministros de Exteriores. En Madrid se discutirá también la acción común sobre racismo y xenofobia.