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El servicio secreto alemán preparó el testimonio de Rafa en el 'caso del plutonio'

Sybilla Janko, de 32 años, empleada del espionaje alemán (BND) destinada cinco años en Madrid y que regresó hace un mes a la central en Alemania, hizo ayer unas reveladoras declaraciones ante la comisión parlamentaria que investiga el caso del plutonio. Según ella, agentes del servicio prepararon al colaborador español Rafael Ferreras, alias Rafa, para su declaración ante el tribunal de Múnich que condenó a dos españoles y un colombiano por introducir material, radiactivo de contrabando en Alemania.

A lo largo de cuatro horas y media de declaración, Sybilla, nombre supuesto que esconde su identidad real, denunció las diferencias entre la central del espionaje en Múnich y su residencia en la Embajada de Alemania en Madrid, las "marranadas" de sus jefes y el doble juego de Ferreras, conocido como Rafa, quien se convirtió en un agente incontrolable.Llegó sin abogado, dispuesta a declarar, aunque no estaba obligada a hacerlo porque pesa sobre ella un proceso abierto en Múnich por presunta declaración falsa en el juicio del plutonio. Vestida con un jersey de lana, pantalón de ante y botas negras, de melena rubia rizada, pálida, nada permite adivinar en Sybilla su actividad como agente del espionaje alemán, la persona que contrató al alemán Roberto, quien se encuentra encarcelado en Málaga por presunto delito de narcotráfico, y al guardia civil de la reserva activa Rafa, personajes claves en la preparación del cebo del contrabando de plutonio en el que picaron dos españoles y un colombiano, ahora encarcelados en Múnich.

Empezó a hablar Sybilla con fuerte acento bávaro y dejó a todos con la boca abierta ayer en Bonn. En un momento al diputado socialdemócrata Hermann Bachmeir se le escapó una exclamación para resaltar "el coraje cívico de la testigo". Sybilla dijo en una ocasión: "No soporto la injusticia y todo esto apesta", y denunció que se implicase en denuncias y acusaciones a su policía criminal alemana (BKA) destinada en Madrid, a quien Rafa denunció también y el BND "implicó de forma desvergonzada" en el caso.

La agente explicó cómo la central del BND se apoderó de la operación del plutonio y dejó sin posibilidad de intervenir y sin información a la oficina de Madrid. En Madrid se ocupaba Sybílla sobre todo del narcotráfico, tráfico de armas y de islamismo, hasta que les cayó encima el caso del plutonio, que ella considera que desarrolló una dinámica propia, llevado primero por Roberto y luego por Rafa, que lo arrebató a su amigo. Sobre ellos dijo Sybilla que ninguno daba la impresión de "solventes hombres de negocios, pero eran, buenas fuentes de información, sobre todo en temas de droga", que actuaron no por motivación altruista, sino "pensando en sus bolsillos e interesados ante todo en el dinero".

Dinero prometido

Declaró Sybilla que Rafa decía en Múnich al BND que intervenía en el caso por altruismo y luego en Madrid les reclamaba 300.000 marcos (25,5 millones de pesetas al cambio actual) por su trabajo que aseguraba le había prometido la central. En repetidas ocasiones Rafa aseguró a EL PAÍS que no ha visto nada del dinero prometido por el BND por su trabajo, en el que se jugaba la vida. Sybilla explicó a la comisión que Rafa exigió que se le pagara antes de declarar ante la Fiscalía de Múnich en el sumario abierto contra los ahora condenados en firme. Rafa quería cobrar en Múnich y que se le transfiriese el dinero a su cuenta en Madrid, pero Sybilla le aconsejó hacerlo a una cuenta de ella o del jefe del BND en Madrid para evitar el control de la Hacienda española.Se siente Sybilla tratada con injusticia por el BND, que dio cabida a acusaciones "difamatorias" y contra su honor realizadas por Rafa, cuando ella rompió el contacto con él, en octubre de 1994, por considerarlo incontrolable.

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