_
_
_
_
Entrevista:

"No buscamos ninguna transición en Cuba"

José Ramon Fernández Álvarez, de 72 años, es vicepresidente de Cuba desde 1978 y uno de los hombres de confianza de Fidel Castro. Hijo de asturianos que emigraron a Cuba -''para no servir al rey"- y militar de formación -"participó en la derrota de la invasión mercenaria de playa Girón [bahía de Cochinos, 1961]", dice su biografía, oficial-, defiende, desde sus casi dos metros de altura, el modelo socialista, y afirma que Cuba "no busca ninguna transición" ni está pensando en sustituir a Fidel. Fernández habló ayer con EL PAÍS poco antes de tomar el vuelo de regreso a La Habana, tras una gira por las comunidades autónomas y una entrevista con Javier Solana.Pregunta. La troika comunitaria acaba de visitar Cuba y ha visto cierta receptividad en la posibilidad de que se modifique el Código Penal para excarcelar a los presos políticos. ¿A cambio de qué serían asumibles esas propuestas?

Respuesta. La visita de la troika ha sido sin condicionamiento alguno, porque no lo habríamos aceptado. Se han intercambiado opiniones. Se ha hablado de temas que requieren estudio, análisis, valoración...

P. La reforma económica es una de las preocupaciones, no sólo de la Unión Europea, sino de la mayoría, de los observadores que visitan Cuba. ¿Cree que se está avanzando con suficiente celeridad en esa reforma?

R. Estamos avanzando. Creemos que lo hacemos con la mayor rapidez posible. Pero no debemos precipitarnos. Avanzamos firmemente con pasos bien meditados.

P. Pese a esa meditación, ¿está en peligro la esencia de los principios del socialismo en los que se asienta el régimen?

R. Categóricamente, no. No damos ningún paso que ponga en peligro la esencia del socialismo, la independencia de la patria y las conquistas de la revolución.

P. Y, sin dar ninguno de esos pasos, cree que se puede avanzar lo necesario como para animar a la inversión extranjera.

R. Se está avanzando. Estamos atrayendo la inversion extranjera. No sólo inversores de España, sino de otros países de América Latina y también otros muchos empresarios de Estados Unidos han visitado Cuba.

P. ¿Cree que la apertura ecónomica que ha iniciado Cuba le permitirá dejar de ser una economía casi de monocultivo?

R. Nosotros no propugnamos una economía de monocultivo. Lo que sucede es que hay que atender a la realidad. Si las producciones que resultan más rentables son las de determinados productos que tienen posibilidades de ser exportables, debemos poner el énfasis en ellas. .

P. ¿Cuándo mejorará la situación económica?

R. Pronosticar sobre la economía siempre es difícil. Ha empezado a mejorar ya. Estamos creciendo desde el año pasado.

P. ¿No habrá más crisis de balseros?

R. Eso es historia. Y fue EE UU quien lo abortó. Recibían a los cubanos con los brazos abiertos, pues ya no los reciben.

P. La mejora económica, ¿permitirá también un gesto político tan esperado como el diálogo con los cubanos en el exilio?

R. La ley ha autorizado las inversiones de los cubanos en el exterior. Todos los cubanos el padre de la que amen a su patria y que: no sean hostiles ni agresi vos con la revolución, independientemente de sus convicciones políticas o religiosas, tienen posibilidad de hablar y, de conversar. Todos los que no propugnen el bloqueo, el ataque a Cuba, la destrucción de nuestra soberanía y de nuestra patria son bien recibidos.

P. Ha mencionado usted el bloqueo. ¿Qué opina de la propuesta del senador Jesse Helms de intensificar el bloqueo?

R. Nos parece una propuesta homicida, genocida más bien, que intenta estrangular la revolución cubana.

P. ¿Cuál cree que es la posición de Bill Clinton en este asunto?

R. Es muy difícil evaluar la actitud y la posición del presidente de Estados Unidos. No creemos que mantenga esas posiciones extremas, pero vemos también que tiene limitadas posibilidades de maniobra en su política por la. situación en el Congreso y los grupos de presión que existen en EE UU.

P. ¿Hasta dónde tendría que llegar la apertura económica en, Cuba, desde su punto de vista, para que Washington levantara. el bloqueo?

R. Nosotros no condicionamos el levantamiento del bloqueo á ninguna apertura económica. Fue una medida unilateral impuesta por Estados Unidos y no tenemos que pagar nada a cambio de su suspensión. Ciento diecisiete países en Naciones Unidas se han manifestado en contra del bloqueo.

P. El bloqueo pa rece más grave desde la caída del comunismo en la antigua URSS. ¿Fue un golpe mortal para Cuba?

R. Fue un golpe grave y nunca mortal para Cuba, porque nosotros tenemos vida propia.

P. ¿Cree que las excepcionales relaciones económicas con la ex URSS pueden recomponerse con Rusia?

R. Las relaciones con el Gobierno ruso, que es el heredero, de los compromisos que teníamos con la ex Unión Soviética, no han disminuido por nuestra parte. Ellos han tenido determinadas limitaciones. En octubre, una delegación de alto nivel rusa visitó Cuba y confiamos en que las relaciones se estrechen y que los compromiso sean beneficiosos para las dos partes.

P. Tras la caída del comunismo en la ex URSS y en el este de Europa, Cuba ha quedado más aislada. ¿Qué se siente al ser uno de los últimos bastiones del comunismo en el mundo?

R. Nosotros realmente no tenemos comunismo. Tenemos una construcción de vida socialista. No nos consideramos el último bastión, sino el único país con un sistema socialista en América. Creemos que hay otros países que tienen sistemas muy parecidos, nunca iguales. Nos sentimos orgullosos de lo hecho y lo defendemos con pies y manos. No por ser los únicos, sino por las conquistas logradas en educación, en salud, en deportes, en cultura, en defensa de la soberanía, en desaparición de la discriminación...

P. ¿Cree que China, como país socialista que avanza hacia la economía de mercado, es un modelo para Cuba?

R. Creo que la experiencia de todos es válida, pero aplicada a las condiciones de cada uno.

P. Eso no lo entiendo.

R. No podemos pretender copiar1as experiencias de otros. Tenemos que aplicarlas dadas nuestras condiciones históricas, culturales, de realismo, de ubicación geográfica... China tiene un régimen socialista que ha hecho una apertura económica y que trabaja por conciliar las conquistas socialistas con una economía abierta al mercado con posibilidades de desarrollo. Para nosotros, esta experiencia es válida, porque merece ser estudiada, pero no porque vayamos a hacer exactamente eso en Cuba.

P. ¿En qué medida sería aplicable?

R. En la experiencia china hay un espíritu de lucha nacionalista, de espíritu patriótico, de defensa de los intereses nacionales; y eso se, une a la conveniencia de introducir elementos de la economía de mercado. Eso lo vemos y lo hacemos.

P. En estas fechas se cumplen en España los 20 años de la transición. ¿Cree que, salvando todas las distancias, el ejemplo de transición pacífica en España podría ser trasladable a Cuba?

R. Me parece un ejemplo válido para cualquiera, pero nosotros no buscamos una transición como la que ha hecho España.

P. ¿Qué tipo de transición buscan?

R. No estamos buscando ninguna transición, buscamos la adecuación de nuestro sistema.

P. Y en esa adecuación, ¿la figura de Fidel Castro seguirá siendo omnipresente?

R. La figura de Fidel Castro, no por el deseo expreso de él, sino por el deseo del pueblo, es la del gestor de la revolución es la de quien fue capaz de, valientemente, introducir cambios en Cuba, de lograr lo que muchas veces habían prometido muchos políticos pero nunca se hizo, en alfabetización, salud, empleo y otros factores. El pueblo le ve como el padre de la revolución, le respetan y le aprecian. Y él será, mientras tenga fuerzas, la figura principal de la revolución.

P. ¿Y cuando falte Fidel?

R. No queremos pensar en eso, pero estamos seguros de que una joven generación de hombres preparados, políticamente firmes, que están ya en distintas posiciones del poder en Cuba, serán capaces de llevar adelante la obra. Así se lo demandará el pueblo. Seguro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_