El coma de una o joven británica reabre el debate sobre el 'éxtasis'
Cinco personas permanecían ayer detenidas por la policía británica por su presunta complicidad en la venta de éxtasis, la droga de diseño que la noche del domingo sumió a la adolescente Leah Betts en un coma profundo. Los arrestos se produjeron poco después de que sus padres pidieran llorosos, en televisión ayuda para encontrar a los responsables de la transacción. Los médicos no creen que pueda recuperarse.La publicidad dada al caso refleja la alarma. provocada por el fácil acceso de escolares a drogas baratas como ésta. Una pastilla de éxtasis puede obtenerse por 2.000 pesetas, y produce euforia durante varias horas. Suele estar a la venta en discotecas o clubes nocturnos. En uno de estos últimos, abierto en Essex, al sur de Inglaterra, la adquirió Leah. Paul Betts y su esposa, Jan, no lo sabían, pero permanecieron. en casa durante la fiesta de su 18º cumpleaños. Él fue policía y la madre es una enfermera especializada en explicar a los niños los efectos de las drogas.
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