Solbes cree que el PP tendrá que recortar el gasto social o disparar el déficit para bajar los impuestos

El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, centró ayer toda su artillería en desmontar las propuestas económicas detalladas el día anterior por el líder de la oposición, José María Aznar. Tan sólo felicitó al PP por aproximarse a Ias tesis del Gobierno de que la convergencia de España con la Unión Europea debe producirse en 1997 y no en 1999, como ha defendido en otras ocasiones el principal partido de la oposición. Durante su intervención en las jornadas organizadas por The Economist, Solbes dejó muy claro que si el PP quiere rebajar impuestos sólo tiene dos alternativas: o renunciar a la reducción del déficit o recortar el gasto social. El ministro cifró en 1,2 billones de pesetas el coste de la rebaja del IRPF que propone el PP y denunció que favorecerá a los más ricos. Aun así, Solbes reconoció que es necesaria "una reforma profunda" del IRPF.

El ministro de Economía centró sus críticas al PP con el argumento de que "no cuadran" sus propuestas. Solbes augura que, al igual que ocurrió a los conservadores franceses, cuando el PP llegue al poder tendrá que cambiar radicalmente su programa y abandonar sus promesas. Reducir impuestos supondrá, en su opinión, o bien renunciar a la reducción del déficit público y, por tanto, a la convergencia europea, o bien llevar a cabo un "recorte dramático" del gasto público. No parece, añadió, que el recorte vaya a afectar a la inversión y "desgraciadamente" el gasto corriente admite ya muy poco margen... "Me preocupa enormemente que se plantee una reducción significativa del gasto Social, porque ello puede suponer una cierta dislocación social y plantear, problemas importantes en el país", concluyó Solbes. También fue criticado por Felipe González en Estrasburgo, donde acudía al primer debate de la Unión. "Está en la línea de o bien crear un agujero, un déficit insoportable, o de recortar gastos sociales", informa Punto por punto, las críticas de Solbes a las propuestas del PP fueron las siguientes:Auditoría de las cuentas públicas. En opinión del ministro, es "costosa e innecesaria". Afirmó que ya existe la Intervención General del Estado que hace auditorías permanentes y que la propuesta del PP parece poner en tela de juicio la actuación institucional de este órgano de control, "lo que me preocupa", dijo.

Rebaja de impuestos. El ministro pidió al PP "más seriedad" a la hora de proponer una rebaja de impuestos y le exigió que "cuantifique". Argumentó que en España, "donde la presión fiscal es la más baja de la Unión. Europea después del Reino Unido", no se pueden reducir los impuestos. Sí admitió que el impuesto sobre la renta "necesita una reforma en profundidad", pero no la propuesta por el PP (reducir la tarifa del IRPF a tres tramos entre el 40% y el 18%). "Es una alternativa distinta al impuesto actual, pero tal como está diseñado va a implicar una reducción muy importante de los ingresos del Estado", afirmó. -Puso como ejemplo que la rebaja del. tipo medio actual del 22% al 18%, costaría al Estado 1,2 billones de pesetas. Calificó las propuestas del PP de no ser realistas y denunció que favorecerán a las rentas más altas. Solbes dijo que el ministerio que preside no ha podido llevar a cabo la rebaja del tipo máximo del IRPF desde el 56% hasta el 51% como contemplaban los acuerdos parlamentarios que permitieron aprobar la ley de 1991 por su elevado coste fiscal".

Prescripción de la deuda fiscal. El ministro considera "inaceptable" la pretensión del PP de rebajar la prescripción de la deuda fiscal desde los cinco años actuales hasta tres años. "Eso es mucho más que, una amnistía. fiscal; es una amnistía permanente", dijo, que vuelve a favorecer a las rentas más altas".

Rebaja de las cotizaciones sociales. Solbes cree que el PP no podrá reducir las cotizaciones sociales un punto cada año durante los próximos cuatro años sin poner en peligro todo el sistema de financiación de la Seguridad Social.. Según los datos de 1995, la rebaja de un punto en las cotizaciones tiene un coste de aproximadamente 230.000 millones de pesetas, según Solbes. "En la actualidad estamos en un punto de equilibrio y éste se puede mantener sólo en la medida en que la financiación de la Sanidad sea absorbida con nuevos ingresos fiscales". Este argumento le sirvió a Solbes para insistir en que recortes como éste son incompatibles con la reducción de la presión fiscal propuesta por el PP.

Programa de privatizaciones. "Me ha defraudado totalmente", dijo el ministro. Según sus cálculos, el modeló del PP retrasará dos años las privatizaciones, pese a que éste es uno de los elementos. claves para reducir el déficit público. "Si hay que publicar primero una ley, luego definir el listado de empresas y luego diseñar por decreto cuál será la actuación de las empresas, el proceso se aplazará al menos un ano y medio".

Críticas de Gutiérrez

El secretario de CC OO, Antonio Gutiérrez, arremetió también contra las propuesta de Aznar de rebajar los impuestos que calificó de "electoralista". En su opinión, "es demagógico por falso" decir que hay que bajar los impuestos a los más ricos; no es verdad que de esta forma se vaya a fomentar la inversión y el empleo", dijo Gutiérrez, que también participó ayer en las jornadas de The Economist. "Lo único que pasará es que los ricos serán más ricos, lo que tendrá consecuencias injustas y económicamente ineficaces", añadió.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, se permitió "una ironía" en su crítica. Recordó que en su libro España, la segunda transición, el presidente del PP decía: "A veces hay que tener la osadía intelectual de ensayar alguna concrección". Rubalcaba vino a decir, que Aznar debe aplicarse el cuento y cuantificar sus propuestas.

El PP respondió ayer mismo a estas críticas. El vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, considera inadmisible el planteamiento socialista de que la única política económica posible es la del Gobierno. "Entonces sobraríamos los demás". Rajoy aseguró que la intención del PP es reducir los impuestos de una manera progresiva. Mientras, las propuestas populares recibían el apoyo de los empresarios. Carlos Espinosa de los Monteros, presidente del Círculo de Empresarios, calificó de riguroso y ortodoxo el programa popular por dar prioridad a la lucha contra el déficit y la inflación.