Fraga deja plantado a Vidal-Quadras en una reunión de presidentes autonómicos del PP
Llueve sobre mojado. Manuel Fraga, el presidente de la Xunta de Galicia, tuvo tiempo la semana pasada para acudir a Barcelona a entrevistarse con Jordi Pujol, pero ayer no lo tuvo para asistir al encuentro de apoyo al candidato del Partido Popular (PP) en las elecciones catalanas, Aleix Vidal-Quadras. La ausencia de Fraga de esta reunión en Barcelona de los presidentes de comunidad pertenecientes al PP ha coincidido con la toma de posición en favor de la renovación de la mayoría absoluta de CiU realizada el domingo por otro conservador de relieve, Miguel Herrero de Miñón.
Los desaires que Vidal-Quadras ha recibido de su propio campo político son de alguna forma la respuesta al fichaje del ex convergente Josep María Trias de Bes por el PP catalán, que ha sido presentado por los conservadores como una prueba de su avance en Cataluña.Estos avances han quedado relativizados porque Pujol ha recibido estos días el apoyo directo de uno de los fundadores de Alianza Popular en Cataluña, José María Santacreu, ex diputado autonómico. Y de Eduardo Bueno, que encabezó la candidatura de AP en las elecciones autonómicas de 1984. Y porque, como ellos, tanto Fraga como Rodríguez de Miñón han efectuado gestos públicos en favor de Pujol, aunque de forma más diplomática.
Tanto es así, que Vidal-Quadras salió ayer al paso de estos desaires. Quienes los han llevado a cabo, dijo, tienen en común que "son gentes que miran al pasado". Puesto a desacreditarles, agregó que no se trata precisamente de personas que hayan triunfado en sus negocios. En cambio, los que se han incorporado al PP, aseguró, como Jorge Trias Sagnier y Pepe Trias de Bes, "miran al futuro". Ocho sobre diez
La ausencia de Fraga, no obstante, no impidió que ayer se celebrara en un hotel de Barcelona una reunión electoral del PP a la que asistieron ocho de los diez presidentes de comunidad. Estaban Santiago Lanzuela (Aragón), Sergio Marqués (Asturias) Cristófol Soler (Baleares), Juan José Lucas (Castilla y León), Alberto Ruiz-Gallardón (Madrid), Ramón Luis Valcárcel (Murcia), Eduardo Z aplana (Valencia) y Pedro María Sanz (Rioja). Esta reunión había sido aplazada ante las dificultades para conseguir la asistencia de la mayoría de los presidentes conservadores
El despliegue del PP en esta última semana de la campaña electoral catalana se ha intensificado. La presencia de los presidentes autonómicos es uno más de los múltiples gestos de complicidad prodigados por el PP hacia los electores catalanes procedentes del resto de España. El PP ha encontrado un argumento para atraerse a estos electores: asegura que el partido socialista practica un nacionalismo vergonzante, que no se atreve a defender en Cataluña la idea de España que el PP sí defiende igual en Barcelona que en Sevilla. Para demostrarlo, el líder del PP, José María Aznar, protagoniza hoy en Sevilla un mitin dedicado a las elecciones catalanas. Hablará acompañado de Trias de Bes y del jefe de la oposición popular en Andalucía, Javier Arenas, con el objetivo de romper uno de los argumentos de CiU: el que atribuye a los ataques del PP el recrudecimiento de la mala fama de los catalanes en algunas partes de España.
La presencia de Trias de Bes en las filas del PP provocó ayer un comentario de Vidal-Quadras que ilustra, no obstante, las dificultades que hay para encajar a los ex pujolistas en el partido, porque su origen político sigue siendo su carácter definitorio. En un acto electoral en Sabadell, Vidal-Quadras animó a romper amarras con CiU. Un ex convergente es un ex convergente, pero puede redimirse, vino a decir. "Pepe Trias de Bes estaba también sentimentalmente secuestrado", apuntó a título de ejemplo, "pero ha roto las cadenas y ahora ya no lo está".
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