Los pinos de Navidad llegan en mal estado
Los ciudadanos madrileños entregaron, entre los años 1991 y 1994, un total de 9.387 pinos o abetos que habían adornado sus casas en las navidades para que el Ayuntamiento los replantase en la ciudad. De ellos eran recuperables, es decir, habían sido cuidados con mimo en las casas, 5.301 ejemplares. Y, finalmente, los funcionarios municipales del departamento de Parques y Jardines han replantado en los parques de la capital 1.145. De forma que han continuado con vida tan sólo un 12%.
El jefe del departamento de Parques y Jardines, Santiago Romero, explica que el fracaso en la recuperación de los arbolitos navideños se debe a que los ejemplares se entregan en mal estado de conservación, por lo que no llegan a vivir una vez que son replantados.
Las cifras de los últimos cuatro años muestran cómo la ilusión de los ciudadanos por reforestar su ciudad se ha ido desinflando poco a poco. Si en 1992 (segundo año de la campaña municipal de recogida) fueron en tregados al Ayuntamiento 6.500 árboles, al año siguiente la cifra se redujo a 2.200, para acabar siendo 131 los abetos entregados en los viveros municipales en 1994.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.