Los niños dan un respiro a la crisis del teatro

Ante la tan traída y llevada crisis del teatro, el público escolar se ha convertido en un balón de oxígeno para las salas que programan obras infantiles. El ejemplo más contundente corre a cargo de la Sala San Pol, que, dedicada, en exclusiva a los niños, se ha convertido en uno de los teatros más visitados de Madrid, según reconoce la Sociedad General de Autores de España. En la pasada temporada asistieron a sus funciones aproximadamente 100.000 niños, sólo a través de la campaña escolar, sin contabilizar las funciones familiares de sábados y domingos.

Con frecuencia, los profesores optan por llevar a sus alumnos al teatro en una de las salidas extraescolares que realizan a lo largo del curso. Sin embargo, no siempre cuentan con la información necesaria para elegir la función y, a menudo, se ven sobrepasados por la avalancha de ofertas de campañas escolares de teatro.Aunque la sala San Pol se lleva el trozo más grande el pastel de ese público potencia, que constituye el casi medio millón de escolares de 6 a 14 años con que cuenta la Comunidad de Madrid, en los últimos años han proliferado mil y una iniciativas destinadas a ofrecer teatro a los colegios, y no todas han partido de los mínimos necesarios.

La leyenda negra de que el niño es un espectador de segunda categoría se deshace, poco a poco y no sin dificultades, gracias a proyectos tan reseñables como las Semanas Internacionales de Teatro para Niños que, desde hace 10 años, organiza Acción Educativa. Estos actos alcanzaron el pasado curso una participación de casi 10.000 escolares.

Algo mágico

Entre los teatros estables y con ofertas consolidadas, tres salas de Madrid presentan sus respectivas campañas escolares, que bien pueden servir como botón de muestra: la San Pol, la Taperola (Fuenlabrada) y la Cuarta Pared. Como aval común cuentan con un suficiente tiempo de rodaje (13, 5 y 4 años, respectivamente), pero en las señas de identidad de cada una se encuentran sus diferencias.La Sala San Pol produce buena parte de los espectáculos que programa y cuenta con el mayor presupuesto para este fin (una media de ocho millones de pesetas por montaje). Se inclina por llevar a escena clásicos de la literatura infantil y por realizar un tipo de montaje en el que prima lo espectacular, como un recurso para impactar al niño. Lo que se pretende con ello es que el pequeño espectador descubra los aspectos mágicas del teatro.

La sala entera está adaptada minuciosamente a los niños, sin olvidar los productos que se pueden consumir en la cafetería del local ni el reducido tamaño de los retretes.

Para los dos primeros trimestres del curso, la San Pol la programado una versión de El mago de Oz, coproducida con el Polka Theater far Children, que estará en cartel hasta final de marzo y a la que podrán asistir los chicos de entre 5 y 11 años.

Para los más pequeños se han reservado las sesiones de títeres de los viernes: Pulgarclito y otros cuentos (Títeres La Cuviota), durante los meses de octubre y noviembre; El patitojo (Marimba Marionetas), en diciembre y enero, y Caperucita Roja (Los Títeres de Horacio), en febrero y marzo. Asimismo, a los mayores de 12 años está dedicada la 11 Campaña de Teatro para Jóvenes, que incluye dos títulos: En busca del sí de las niñas y Las aventuras del hidalgo de La Mancha y su escudero Panza.

La Sala Taperola mantiene desde hace cinco años una campaña de teatro vertebrada en torno a la idea de potenciar la capacidad imaginativa y creadora de los chavales.

La Pajarita de Papel

El grupo de la sala, La Pajarita de Papel, huye de recursos escenográficos que pretendan impresionar al niño y fundamentan casi todo su trabajo en la interpretación de los actores. Quieren, en definitiva, estimular la creatividad del niño sin excitarlo mediante golpes, carreras y otros métodos tan recurrentes en los espectáculos infantiles.En el presente curso escolar, la Taperola ofrece tres funciones para edades diferentes: para los de tres a seis años, Círculo con cuerdas, una función que descubre que el juego está en uno mismo. Los de seis a nueve años pueden ver Tonino Rompezapatos, que narra las aventuras vividas en un fin de semana por el protagonista. El país del engaño es un texto de Gianni Rodari que se ha puesto en escena pensando en los chicos de 10 a 13 años.

Sala San Pol (plaza de San Pol de Mar, s/n). Sesiones para escolares, de lunes a jueves, a las 10.30 horas, 600 pesetas. Sesiones de títeres, viernes, a las 10.30 horas, 550 pesetas. Sesiones para jóvenes, martes y miércoles, a las 15.30 y a las 19.00 horas; jueves, a las 19.00 horas, 900 pesetas. Reservas: 54190 89 y 547 94 22. Sala Cuarta Pared (calle de Ercilla, 17; metro Embajadores), de lunes a viernes, a las 10.30 horas, 500 pesetas, todas las funciones menos Mundo y Ecosofia, 600 pesetas. Reservas: 473 96 66. Sala Taperola (calle de Brasil, 14, Fuenlabrada). De lunes a viernes, a las 10.30 y 15.30 horas, 500 pesetas. Reservas: 606 05 13.