Dulzura y fuerza
Rosa Torres Pardo abordó un programa denso y complicado, resolviéndolo desde una identificación tan intelectual como emocional. En la sonata de Bartok, en Romeo y Julieta de Prokofiev, la pulsación interior venía de una asimilación técnica, pero no se limitaba a ella.Torres Pardo combiné la dulzura con la fuerza, los valores melódicos con los ambientales. Hubo rigor en la ejecución, pero un rigor humanista salido de las entrañas. Cuanto mayores eran las dificultades, mayor era la profundidad del acercamiento. Así, las danzas rumanas de Bartok fueron un aperitivo para la inmersión posterior en otros terrenos más complejos, desentrañados con precisión, limpieza y seriedad. La comunicación fue inmediata: venía de la autenticidad.
Rosa Torres Pardo
Obras de Bartok y Prokofiev. Auditorio Nacional (sala de cámara). 9 de noviembre.
Babelia
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